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Las sospechas de dopaje nuevamente aparecen en el Tour de Francia

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El esloveno Matej Mohoric (Bahrain) se impuso en solitario este viernes en la 19º etapa del Tour de Francia, de 207 km entre Mourenx y Libourne, logrando su segundo triunfo parcial tras haber ganado también en Le Creusot (7ª etapa).

Mohoric hizo un gesto como para acallar las críticas que su equipo haya podido recibir en los últimos días.

''Pensé en lo que pasó hace 48 horas, cuando me trataron como a un criminal'', reaccionó tras cruzar la meta.

El equipo Bahrein fue objeto de un registro de la gendarmería en busca de sustancias dopantes pocas horas después del final de la etapa reina del Tour.

La noticia saltó poco antes del inicio de la última etapa de alta montaña con final en Luz Ardiden y recordó que el ciclismo no se ha desembarazado todavía de la sospecha que arrastra desde los años más oscuros de la era Armstrong. 

La Fiscalía de Marsella, especialmente activa en la lucha contra el dopaje, admitió que abrió una investigación sobre el equipo del emirato el pasado día 3, una semana después de que arrancara el Tour de Francia en Brest

La investigación se refiere a delitos de "adquisición, transporte, tenencia o importación" de "sustancias o métodos prohibidos con fines de uso deportivo", los mismos cargos que el año pasado provocaron que esa misma fiscalía investigara al Arkea del colombiano Nairo Quintana.

En un escueto comunicado indicaron que para verificar si las sospechas que habían motivado la apertura de ese dosier eran reales ordenaron el registro del hotel del Bahrein a las afueras de Pau, donde descansaban los corredores tras la etapa reina con final en el Col du Portet.

Sobre las 22.00 horas (21.00 GMT), unos 25 gendarmes, de paisano, llegaron al establecimiento, el Novotel, situado en la localidad de Lescar, en el cinturón de Pau, y comenzaron el registro, que incluyó las habitaciones de los corredores y los vehículos del equipo.

Según fuentes de la investigación, confirmadas por el propio equipo, se interesaron en los datos informáticos de los corredores y revisaron las computadoras en los que están contenidos.

La investigación acabó a altas horas de la madrugada y, según otras fuentes, es posible que el cuerpo médico del equipo sea interrogado en París al día siguiente de que termine el Tour el próximo domingo.

El equipo mostró su disposición a colaborar con la investigación, pero también su disgusto por las molestias que el registro causó a sus corredores en plena competición.

"No es plato de buen gusto", aseguró el español Peio Bilbao, que ahora es noveno de la general, el mejor situado del equipo.

"Fue de película, surrealista. Les abrí la maleta, les dejé que miraran lo que quisieran y que me dejaran con mi trabajo, el masaje e ir a cenar, que tras una etapa tan dura lo último que quieres es que te hagan perder el tiempo", agregó el ciclista.

El Bahrein es uno de los equipos que mejor está rodando en los últimos meses. En este Tour han ganado dos etapas, la que ganó el esloveno Matej Mohoric en Le Creusot y al día siguiente la lograda por el belga Dylan Teuns, la primera cita alpina en Le Grand Bornand.

Lideran la clasificación por equipos, hasta hoy tenían el maillot de líder de la montaña con el holandés Wouter Poels y Bilbao está bien asentado en el "top 10" de la general.

El ucraniano Mark Padun se apuntó las dos últimas etapa de la Dauphiné a principios de junio y unas semanas antes el italiano Damiano Caruso acabó segundo del Giro de Italia.

Bilbao relacionó el registro con esos buenos resultados y aseguró que hay "un punto de persecución".

"La gente no ha terminado de creerse nuestros resultados. Es triste", aseguró el corredor, que consideró que el clima de sospecha que vive el ciclismo es "herencia de los años anteriores".

El corredor envió un mensaje de esperanza y aseguró que ahora están "camino de limpiar la imagen del ciclismo y del deporte, pero queda que pase tiempo".

"El tiempo lo curará todo. Solo podemos seguir haciendo lo que hacemos con la mayor transparencia", afirmó el corredor, que lamentó que, para ello, tengan que aceptar "todo y más, controles a las 7 de la mañana, registros, intimidad cero".

"No queda otro remedio que pasar por todo esto, lo que queremos es demostrar que corremos limpios y es una lástima que se ponga en duda todo el trabajo que llevamos y las victorias que hemos conseguido", concluyó.

El líder del Tour, el esloveno Tadej Pogacar, también fue preguntado por este registro: "Es un control más para que nadie tenga nada que ocultar. El resultado parece que ha sido bueno, es algo suplementario de control en el deporte".

Camino de sumar su segundo Tour consecutivo a los 22 años, el esloveno se ve obligado a responder a preguntas sobre el dopaje, sobre todo porque algunos directores de su equipo han estado envueltos en escándalos en el pasado.

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