Al final de cuentas el fútbol no es de merecimientos, simplemente se gana o se pierde. Pero sí les puedo decir que para el manudo, ser cabeza de un certamen debería implicar buen juego, solvencia y dinámica, no sufrimiento, incertidumbre, y sobre todo un mal juego sobre la gramilla.
En Corazón Rojinegro lo dijimos la semana pasada, Alajuelense es un puntero que volaba bajo y que bastaban dos malas jornadas para verlo claudicar, pero la gran ayuda que tuvo Albert Rudé fue que ninguno de los equipos en zona de clasificación logró ganar en estas jornadas tampoco y ni se hable del autogol de Roberto Córdoba que le permitió empatar en San Carlos.
El técnico español se concentra en resaltar en ser primero, por dicha para él es un líder hasta con suerte, porque si La Liga hubiera perdido en San Carlos, hoy habría amanecido en el cuarto lugar.
Pisándole los talones viene su archienemigo, pero nadie se da cuenta. Sí, así es, ese equipo que muchos daban en crisis en último lugar del torneo, si gana la próxima semana a Guanacasteca el partido que debe se ubicará a dos puntos de los rojinegros. Y otro dato del que estoy seguro que no se ha dado cuenta Rudé, es que si Saprissa mantiene el ritmo de puntaje de las últimas fechas y Liga Deportiva Alajuelense no reacciona, se verá superado por los morados en unas fechas más.
Albert Rudé vive de la renta sacada a equipos de media tabla para abajo, con un juego aburrido, errático y sin dinámica ni profundidad, eso es una realidad que venimos diciendo hace semanas, pero que un liderato soso viene solapando también hace días. Todos queremos verte campeón, pero también queremos verte jugar bien, no queremos ser unos mediocres más de este torneo en el que de todas formas ya hay muchos.
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