“CATARSIS”
¿A qué esperan? Busquen la puerta de SALIDA”
Aristóteles en su Poética definió muy bien la Catarsis. Han pasado siglos y sigue vigente; en consecuencia se precisa un efecto purificador o una “purga” que ahuyente los malos espíritus y las ineficaces gestiones en las que están inmersas dos organizaciones: C.S. Cartaginés y LIFUPLA. ¿A qué esperan sus dirigentes si la puerta de SALIDA está abierta? Aprovechen y el último que apague la luz.
“El que es traidor lo es siempre y con todos” es una frase al uso que ponen en práctica algunos individuos, sedientos de “un minuto de fama”. Y además lo hacen con alevosía, premeditación y malas artes. En todo caso, nadie engaña a nadie y el sujeto de marras está más que señalado. Mientras tanto, dan vueltas las manecillas del reloj en su cuenta atrás y eso si el Ministerio Publico no interviene antes; máxime que los órgano jerárquicos deportivos siempre esgrimen el argumento del “debido proceso”.
¿Pero qué sucede en el C.S. Cartaginés? La cuesta abajo, el vuelo sin rumbo que ni siquiera tiene piloto automático, ya superó las 30 jornadas. No obstante, emplean un léxico sofista: “Estamos contentos con el proyecto administrativo y deportivo” ¿De cuál proyecto hablarán, si llevan el mismo camino que Bancrédito? Tienen al club en “quiebra técnica”, con dos hipotecas incumplidas y un arreglo de ´pago con la CC.SS. imposible de cumplir. Y para más INRI, en el terreno de juego muestran la peor imagen de los últimos 30 años, a un punto del colero y con un panorama más negro que brumoso.
Para todos es conocido que el “Mundial de Rusia 2018” premia a dirigentes. Y para eso “hay que estar ahí” Pero no son los que al frente de “La Tricolor” lograron el meritorio pase a su segundo mundial consecutivo. No. Son “los otros”: los “arrimaos”, quiénes en aras de ocupar una poltrona, adquieren el derecho (por costumbre) de viajar a un Mundial y gozar de los privilegios de vuelos, estadías, entradas, alimentación y otras prebendas ¡de gratis! En consecuencia, no importa su caótica gestión al frente de instituciones, sino de lo que se trata es de patear el balde y sobrevivir hasta junio 2018. El desaguisado y la inacción de clubes y asociados juega a favor de los ineficaces y siempre recurren (“del ahogado el sombrero”) a los articulos y plazos establecidos. A su vez, la farsa de una asamblea ilegal y un estadio de 100 millones extraídos de dineros públicos (ICODER) para seguir la fiesta, es propio de “la magia de Harry Potter”, de un funcionario público al uso, o la fantasía de un vendedor de huno. Y en Cantarranas sucede algo parecido.