Este jueves se presentaron resultados de una nueva investigación de la Escuela de Administración de Negocios de la Universidad de Costa Rica en relación al fútbol.
Si se toman en cuenta los datos de todas las entrevistas, aún de las personas que dicen no ser seguidoras del fútbol nacional, se evidencia que el Deportivo Saprissa continúa siendo el equipo con más adeptos en la Gran Área Metropolitana (GAM), con un 39 %.
Le sigue la Liga Deportiva Alajuelense, con un 30 %. El tercer lugar es para “ningún equipo”, con un 22 %.
Mucho más abajo se encuentra la afición al Club Sport Herediano, que contabilizó solo un 4 % y luego la del Club Sport Cartaginés, que sumó un 2 %.
Las aficiones a otros equipos propios de la periferia del país (denominados “pequeños”) están subrepresentadas en este estudio, ya que la metodología de la encuesta consideró solo al área más densamente poblada del país.
Ahora bien, si se eliminan los datos de las personas que no tienen simpatía por ningún club nacional, entonces la afición del Saprissa llega al 50 %, la de Alajuelense alcanza el 39 %, la del Herediano suma un punto porcentual para ubicarse en un 5 % y la del Cartaginés queda en 2,6 %.
Pero la encuesta va aún más allá. Si se retiran los datos de las personas que señalan que el fútbol no es su deporte favorito (es decir, si se aumenta su apego con el balompié), la afición morada reúne al 52 %, la liguista al 31,5 %, el 8 % dice “ninguno”, la florense al 4,5 % y la brumosa al 2,4 %.
A menor tamaño de la afición, más compromiso con el equipo
La teoría señala que cuanto más pequeño es el número de hinchas de un club, mayor es el compromiso que tiene este grupo con esa institución. Esto se comprueba en los resultados de la encuesta, donde la afición más reducida es también la que más apoya a su equipo, aunque no sea “de los grandes”.
Este fenómeno, que se conoce con la palabra en inglés engagement, se ejemplifica en los resultados de la afición de equipos denominados “pequeños” como Pérez Zeledón (con dos respuestas de seguidores), Puntarenas o Santa Ana (con una cada uno). Sin embargo, porcentualmente esos aficionados son los que están más identificados con su club, con un engagement alto de las personas que contestaron.
No obstante, hay que ser claros en que esta situación no se dio con las personas que dijeron ser seguidoras de Guanacasteca, Liberia o San Carlos. En general, los resultados de los equipos pequeños deben tomarse "con pinzas" debido a la poca cantidad de personas que aseguraron ser aficionadas de estos clubes, por lo que pueden estar sobre o subrepresentadas.
Donde sí se evidencia más esta situación fue en el caso de Cartaginés y Herediano, cuya afición muestra un compromiso “alto” mayor (62,5 %) que el de la hinchada de Alajuelense (36,4 %) o Saprissa (36,1 %). De hecho, en los dos clubes “del clásico”, el engagement “bajo” es el más grande (47,9 % y 41,8 %, respectivamente).
Ahora bien, si se elimina el porcentaje de personas a las que les es indiferente el fútbol, el engagement varía un poco al hacerse más intenso: Cartaginés pasa a tener un vínculo “alto” del 75 %, Herediano se mantiene igual, Saprissa llega al 42 % y Alajuelense se queda en torno al 38 %.
Llama la atención que, en este último cruce, la afición morada con alto engagement es mayor a la que tiene un compromiso bajo (30,7 %); mientras que, en el caso de la manuda, el “bajo” sigue siendo mayor (43,4 %).
La explicación es simple: la masificación reduce la fuerza de la relación que tiene una persona con una institución deportiva, porque diluye el apoyo.
En cuanto a qué es mejor: si invitar a las aficiones a ir al estadio o que lo vean cómodamente desde su casa, el experto señaló que ambas opciones son complementarias y que no se puede privilegiar una y descuidar otra.
Por ejemplo: siempre será más atractivo ver un partido por televisión cuando un estadio esté lleno. Y cuando hay elementos atractivos más allá de la contienda deportiva, eso normalmente también atrae espectadores para ver los juegos desde sus hogares.
Fuente y Nota: UCR