Un estudio de científicos de la Universidad de Stanford reveló evidencia causal para el procesamiento del yo corporal en el precúneo anterior, una parte del lóbulo parietal superior involucrado en la memoria, el recuerdo y la reactividad de las señales, entre otras funciones.
El doctor Josef Parvizi, profesor de neurología en la Universidad de Stanford, en conversación con el medio NPR, reveló que todo comenzó cuando un paciente con epilepsia le contó sobre los extraños síntomas que padecía.
“Vino a mi clínica y dijo: ‘mi sentido de identidad está cambiando, me siento como un observador de las conversaciones que suceden en mi mente. Simplemente, siento como si estuviera flotando en el espacio’”, reveló el profesional.
El núcleo ventral posteromedial y la definición del "yo"
Parvizi supuso que las convulsiones del hombre debían estar afectando un área del cerebro llamada el núcleo ventral posteromedial (VPM), el cual ayuda a crear lo que se conoce como el ‘yo narrativo’, una especie de autobiografía interna que ayuda a definir quién es cada persona.
De esta forma, creyó que el VPM también era responsable del yo físico, que dice que el cuerpo y los pensamientos le pertenecen al individuo, no a otra persona. “Todo el mundo pensó ‘bueno, tal vez todo tipo de yo esté siendo decodificado por el mismo sistema’”, comentó.
No obstante, las investigaciones revelaron que su hipótesis era incorrecta. Una serie de experimentos en el paciente inicial y otros ocho voluntarios con epilepsia, revelaron que el precúneo anterior era la parte del cerebro que podría provocar cambios en el sentido del yo físico.
Mediante el uso de electrodos, el equipo médico determinó que cuando estimulaban esta zona del cerebro, se producía una experiencia etracorporal. De esta forma, las personas se sintieron desconectadas de sus propios pensamientos y no sentían estar anclados a sus propios cuerpos.
¿Qué es lo último que ve un humano antes de morir?
De acuerdo con los resultados de este estudio, eso de lo que tanto se habla sobre la sensación de que el alma sale del cuerpo físico se podría explicar con el estímulo del precúneo anterior que el equipo de investigadores logró identificar.
“El hallazgo fue sorprendente porque el precúneo anterior está separado del sistema del cerebro para mantener el yo narrativo. En cambio, parece dedicado a la sensación de que algo ‘me está sucediendo a mí’, no a otra persona. Creemos que esta podría ser una manera para que el cerebro etiquete cada experiencia en el entorno como ‘mía’”, concluyó Parvizi.