Varias de las consultas realizadas al nuevo timonel manudo iban orinetadas a su experiencia en los banquillos, concretamente al lado del uruguayo Diego Alonso en México y Estados Unidos, a lo que el español explicó:
"Mi rol de asistente técnico fue evolucionando. Cuando llegué a Pachuca, me centré mucho en análisis de rendimiento, en como mejorar al jugador de forma individual y al equipo en conjunto. Ese rol fue evolucionando y cuando me fui a Monterrey evolucionó un poco más y en el Inter de Miami fue la consolidación total de unas funciones muy relevantes y de gran responsabilidad, por las cuales me siento muy preparado para asumir este reto."
"Ir a un Mundial de Clubes en el 2017 y quedarse a un gol, que nos marcaron en la prórroga, de ir a la final contra el Real Madrid, eso te prepara para retos como este."
Albert Rudé hizo una solicitud muy clara a la afición manuda, ya que para un sector de estos seguidores, la llegada de un entrenador si experiencia al frente de un equipo es motivo de preocupación:
"Yo entiendo a la afición y entiendo a la prensa, pero les voy a pedir que me evaluen por como juega mi equipo y por los resultados. Porque al final a un entrenador se le evalua por los resultados. Lo asumimos y vamos a poner todo nuestro empeño para que salga bien."
Por su parte, Agustín Lleida manifestó que la contratación de Rudé obedece al deseo de volver a un estilo de juego distinto a lo que se implementó bajo el mando de Luis Marín:
"Cuando decidimos traer a Luis (Marín) la idea era traer a un técnico que nos ayudara en eliminatorias finales. Pensamos que por su recorrido, sin embargo, no fue una buena decisión porque el equipo no consiguió levantar."
"Queremos volver al estilo de juego con el que el jugador se identifica, volver a querer ser protagonista de los partidos y que podamos ver otra vez a la Liga que la afición quiere ver, que hace poco tiempo estuvo 28 partidos invicto."
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