Ribeiro eligió un método ingenioso. Dio a conocer una lista de seis requisitos para ser seleccionador brasilero.
Según él, para entrenar a Brasil hay que “haber entrenado a Portugal sin conseguir títulos, ir al Chelsea y ser despedido, haber entrenado en Uzbekistán, bajar un equipo brasileño a Segunda División (Palmeiras) y pedir la dimisión 56 días antes para escapar del descenso”
Para que no queden dudas, agregó que hay que ser “un viejo imbécil, arrogante, desagradable y ridículo”.
Esta publicación generó enorme polémica en Brasil.