El diario La Gazzetta dello Sport identifica a Costa Rica como un país feliz y de bienestar, basándose en datos y rankings internacionales, principalmente aquellos que genera la New Economics Foundation, un centro de investigación británico que analiza los parámetros de bienestar sin limitarse a lo económico.
Un estudio realizado por dicha institución se dio a la tarea de hacerle a la gente una sola pregunta: ¿Es usted feliz? El resultado entre los ticos fue realmente sorprendente con un 80% de los encuestados respondiendo que "si".
Ante esto la Gazzetta dello Sport señala: "Más allá de estas clasificaciones que hablan del bienestar de los costarricenses, han construido una efectiva forma de comercialización del turismo, y de hecho las agencias de viajes promocionan "excursiones de la felicidad" en Costa Rica.
Siguiendo con el tema, comenta: "Es probable que las cosas no sean tan simples, que la complejidad del mundo produce confusión y malestar también allí; pero al leer la información básica sobre esta país, resulta que abolió el ejército en 1949 y que alberga una sede de la Universidad para la paz, de Las Naciones Unidas y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; su territorio está formado por costas vírgenes, parques y reservas naturales, montañas, volcanes, lagunas; y el 96% de la población está alfabetizada. Su tasa de crecimiento es del 1,3% (en Italia es el 0,38); y a pesar de ser uno de los Estados más pequeños de América Central, tienen un fútbol en CONCACAF que sólo es superado por el de México."
Tomando en cuenta estos datos y con el encuentro entre ambas selecciones a punto de disputarse, el medio italiano se pregunta si cuando los jugadores ticos canten su himno nacional, los azzuri al estar frente a ellos se convertirán, ante los ojos del mundo, en "los Enemigos de la Felicidad", por querer "truncar el sueño de un pueblo alegre", papel que a su criterio, es el escenario perfecto para Mario Balotelli.
Sin embargo con el gane ante Uruguay, los de Jorge Luis Pinto demostraron que un pueblo feliz también sabe luchar.