“Desde niña supe que quería jugar fútbol”. Así comienza la historia de Sharon Corrales Rodríguez, una joven costarricense que nació en Pérez Zeledón y que, a sus apenas 22 años, ya ha recorrido el mundo con un balón en los pies y un corazón lleno de coraje.
De un pueblo noble a la gran ciudad
Sharon creció en una familia humilde pero llena de valores. Su papá, transportista; su mamá, ama de casa. Ambos decidieron apostarlo todo por el sueño de su hija y, cuando tenía solo 13 años, la llevaron a San José para que pudiera tener más oportunidades.
Lucila Anuncio - UBICACION: Articulo
Alquilaron un pequeño apartamento en una zona de mala fama, donde vivieron por tres años. “A veces mi papá se atrasaba con el alquiler, pero la señora que nos lo alquilaba siempre fue comprensiva. Sabía del esfuerzo de mis padres y del mío”.
Hubo días en que Sharon tuvo que escoger entre una comida digna o los viáticos para llegar a entrenar. Pero nunca dejó de intentarlo.
Entre sacrificios, injusticias y crecimiento
“Viví cosas que no le deseo a ninguna niña que tenga los mismos sueños que yo”.
La vida en el fútbol no siempre fue fácil. Injusticias, malos tratos y barreras que muchas veces parecen invisibles, pero están ahí. Sin embargo, Sharon eligió no detenerse. Eligió crecer.
Hoy se describe como una mujer segura, que no le debe favores a nadie, y que ha salido siempre por la puerta grande de cada club que ha representado.
Con solo 22 años, ya ha jugado en el extranjero
En los últimos cuatro años, Sharon ha jugado en distintos países. Ha cumplido contratos, ha crecido como atleta y ha dejado claro que su nombre, si se busca en Google, ya aparece asociado a una palabra que se ganó con sudor: futbolista profesional.
Un mensaje para quienes sueñan como ella
“¿Existen las argollas? Tal vez. Pero poco me importa. Porque uno decide: o se queda llorando o busca brillar. Ese es mi consejo para cualquiera que venga detrás: que no se rinda”.
Sharon no olvida a su familia, ni a quienes creyeron en ella desde el principio. “A ustedes les debo todo. A Dios, a mis papás, y a cada persona que me envía un mensaje de apoyo… ¡Gracias!”.
Sharon Rodríguez no es solo una futbolista. Es una historia viva de lucha, resiliencia y esperanza. Un orgullo tico que nos recuerda que los sueños sí se cumplen… cuando se pelean con el alma.
Sharon Corrales Rodríguez en el país militó con Alajuelense y Carmelita. Posteriormente ha tenido un extenso recorrido como legionario en el Atlético Chiriquí de Panamá, Llaneros y América de Cali en Colombia, Matera de Italia y recientemente en el Flamengo de Perú.
MÁS INFORMACIÓN