La selección de fútbol de Nicaragua afrontará el reto más grande de su historia, cuando enfrente hoy aquí a Jamaica en el partido de vuelta de la tercera ronda de las eliminatorias a la Copa del Mundo de Rusia-2018.
Ni el más fanático de los hinchas nicaragüenses hubiera apostado por su selección nacional antes del comienzo de estas eliminatorias, sin embargo la sabia gestión del técnico costarricense Henry Duarte propició un fugaz crecimiento deportivo y los triunfos aparecieron casi por arte de magia.
Primero eliminaron de manera aplastante a Anguila y a Suriname, y luego, contra todo pronóstico -real, espiritual o cartomántico-, superaron 3-2 a Jamaica en el duelo de ida de ese enfrentamiento, escenificado en el estadio Nacional de Kingston, capital y casa de los Reggae Boyz.
En ese encuentro los pinoleros llegaron a tener ventaja 3-0 en el marcador, hasta que Jamaica despertó de su letargo y logró marcar dos goles, a priori elementales para mantenerse con vida en la eliminatoria.
De cualquier manera, la victoria 3-2 devino en el mejor resultado de cualquier equipo de fútbol pinolero en todos los tiempos, y de paso desencadenó un estado de euforia generalizado a lo largo y ancho del territorio nicaragüense.
Los nicas tienen ante sí una oportunidad única, exclusiva, impensada. Del resultado de hoy dependerán las conclusiones a sacar, pero, sea cual fuere el marcador final, nadie puede dejar de reconocer la extraordinaria faena de Duarte y sus discípulos.
Una victoria de Nicaragua, o un simple empate, le garantizaría el boleto a la próxima etapa, e incluso una derrota por 0-1 o 1-2 también le abriría las puertas de la siguiente instancia.
Asimismo, un revés nicaragüense por 2-3 propiciaría la prórroga en el enfrentamiento global, y habría que jugar tiempos extra.
Hasta ahí las opciones de la Azul y Blanco. No son pocas, pero Jamaica es un rival superior -al menos en el papel-, por experiencia internacional, condición física, técnica, rapidez, resultados a nivel de selección y posicionamiento en el ranking mundial.
La lógica, los pronósticos y las apuestas indican que los Reggae Boyz deben superar a Nicaragua, sin embargo estos duelos a "matar o morir" muchas veces se definen por características extradeportivas como el factor cancha, el corazón, la valentía o el ímpetu por conseguir lo imposible.
De alto riesgo declararon las autoridades este desafío, que arrancará a las 19:30 hora local, en el estadio Nacional de Managua, un hervidero de utopías y quimeras, repleto hasta la bandera de hinchas de la Azul y Blanco.
Todo un país sueña con hacer historia. Si Nicaragua logra la proeza, el grito de victoria se escuchará del otro lado del mundo y el sueño de millones de personas se convertirá en realidad.