En los últimos días, el compromiso inaugural Qatar-Ecuador tuvo más de diez minutos de descuento entre la primera y la segunda mitad, lo mismo que en Senegal-Países Bajos, fueron 13 en Estados Unidos-Gales, 18 en Argentina-Arabia Saudita y, llamativamente, 24 en Inglaterra-Irán. Casi media hora de alargue para un encuentro que tenía cinco goles de diferencia entre una selección y la otra (sobre el cierre el equipo asiático convirtió el 6-2 definitivo).
Pierluigi Collina, presidente del Comité de Árbitros de FIFA, el curioso motivo por el que se dilatan tanto los tiempos adicionales en esta Copa del Mundo: “La celebración de un gol puede durar un minuto, o minuto y medio, así que imagínense que en una mitad se marcan dos o tres goles. Entonces es fácil perder tres, cuatro, cinco minutos solo para celebraciones de goles. Este tiempo tiene que ser considerado y compensado al final”.
Y siguió el histórico colegiado italiano: “Les dijimos a todos que no se sorprendan si ven al cuarto árbitro levantando el tablero electrónico con un número muy alto: seis, siete u ocho minutos. Si se quiere más tiempo de juego debemos estar preparados para ver este tipo de descuentos. Lo que queremos hacer es calcular con precisión el tiempo añadido al final de cada mitad”.
Por último, en medio las polémicas por varias jugadas milimétricas o de interpretación que desataron la bronca de los aficionados, principalmente la de los argentinos, que el martes le anularon tres goles en el estadio Lusail, Colina se refirió a la importancia del VAR: “Es otra cosa más que hay que tomar en cuenta, la intervención del VAR. Eso es algo que se calcula por el Árbitro Asistente de Video de una manera muy precisa y que influye en el tiempo de descuento”.