“Cuando yo llegué a Saprissa, el equipo había ganado un campeonato de los últimos diez. Además tenía dos hectáreas y media en Tibás y debía un poquillo de plata. Cuando salí de Saprissa, el equipo había ganado seis de los últimos diez campeonatos, tenía tres hectáreas y media en Tibás y tenía 27 hectáreas en La Guácima, compradas y pagadas. Lo que hicieron después con todas esas posibilidades, yo no puedo dar cuentas, deben pedir cuentas a otros”
“Cuando yo llegué se debían 80 millones de colones, se pidió un préstamo sobre la propiedad del estadio y cuando salí había bajado a 60 millones”, recordó en conversación con www.everardoherrera.com y Al Pie del Deporte.
Artiñano sí señala al actual presidente por ser uno de los responsables de endeudar a la institución.
“El estadio nunca estuvo hipotecado hasta que llegó Juan Carlos Rojas, esa es la realidad. Ahora Saprissa sí tiene una condición financiera muy complicada… Hoy Saprissa debe 15 millones de dólares, pero eso no tiene nada que ver conmigo”
El ex jerarca también señaló que la compra de propiedades en La Guácima de Alajuela se manejó de mala manera tras su salida de la institución.
“El proyecto de la Ciudad Deportiva Ricardo Saprissa, fue diseñado con cero riesgos… Así fue como se lograron comprar 27 hectáreas, sin deudas… Luego a Bernardo Méndez le pareció tan fantástico el proyecto que pidieron un préstamo para comprar las 13 hectáreas que faltaban… Eso fue un negocio fabuloso y luego con el préstamo hipotecaron esas propiedades. Lo que pasó después está muy oscuro”
“Se encargaron de hacer mucha publicidad (en su contra). Lo que hicieron después fueron proyectos diferentes. Yo los sobre estimé. Yo pensé que querían echarme el muerto a mí para salir ellos bien”, dijo.
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