"El Amigo"
“Nunca se pone más oscuro que cuando va a amanecer” (Isaac Felipe Azofeifa. Poeta)
Montar en bicicleta es una forma de desplazarse sorteando los obstáculos que en el camino se presentan. El equilibrio y la velocidad son factores importantes, aunque lo imprescindible es no dejar NUNCA de pedalear.
La vida es lo más parecido a una carrera ciclista, donde se sale de la pancarta de salida y se llega a una que dice META, aunque el tiempo que se tarde en pasar bajo ella depende del ritmo, siempre y cuando en el recorrido no surjan inconvenientes, caídas o retiradas.
No es bueno firmar en la lista de salida y pensar que el camino va a ser placentero. No. Toda carrera (la vida lo es) ofrece satisfacciones y frustraciones, que se deben afrontar. La infancia, adolescencia, juventud y madurez se relacionan con juegos, amistad, relaciones, trabajo y familia e hijos y nietos. Estos eventos dibujan el mapa personal, laboral, social, económico y familiar que llenan las hojas del álbum de nuestro paso por la tierra.
El que se matricula en el pasado, queda atrapado en un barrial de arenas movedizas. Incapaz de salir de un tiempo pasado frustrante, queda limitado para enfrentar devenires presentes y futuros, al posicionarse en un escenario donde solo importa sobrevivir, sin que asome la esperanza o un ápice de superación. Es cuando se ingresa en una etapa absurda, inútil, improductiva y peligrosamente depresiva que se resume en letal.
Las bibliotecas están repletas de libros con páginas amarillas. Es bueno leer lo que es historia y analizar, en cuerpo y alma el AYER, pero la vida es… HOY.
Hay que disfrutar cada día, minuto a minuto, como si fuera el último. Y vivirlo con plenitud, a la par de las personas que nos rodean, haciendo uso de la mejor versión a nivel personal. Quedar atrapado en el pasado, es un síntoma de cobardía y debilidad. No e puede levantar una torre donde cada peldaño que se pisa es una pérdida de tiempo irrecuperable, igual que la pista que dejan atrás los aviones cuando aterrizan o despegan.
Lo anterior escrito con atrevimiento y sin pudor. Haciendo acopio de códigos, principios, dignidad y valores que son en cualquier caso y circunstancia, totalmente innegociables.
Valga hacer un alto en el camino, sentarse en una terraza y degustar un café humeante con trigo y miel. Y enfrente el amigo al que hablar y escuchar. Es muy enriquecedor poner atención y tomar nota acerca de la cábala por resolver: experiencia versus realidad.