Se estima que llegó a tener entre 500 y 1.000 hombres dentro de su ejército personal. Tiempo después se supo que eran adiestrados por mercenarios de varios países, entre ellos un exmilitar israelí.
La cantidad de propiedades y poder que comenzó a ganar lo pusieron en el radar de las autoridades colombianas en los primeros años de la década del 80, casi al mismo tiempo que sucedía con Pablo Escobar.