Aimé Jacquet: Francia 1998
El retorno de Francia a los campeonatos mundiales (no se clasificó para Italia '90 y Estados Unidos '94) no pudo saldarse de mejor manera. Como anfitrión, Aimé Jacquet construyó un equipo sólido, sin grandes luces, pero con un claro entendimiento del sentido colectivo del fútbol. Esto le llevó incluso a superar la ausencia temporal por expulsión de su mejor futbolista, Zinedine Zidane.
Jacquet empleó un 4-2-3-1 en el que los mediocampistas fueron la clave del equipo. Didier Deschamps, el más retrasado, ordenaba al equipo con la asistencia de Emmanuel Petit y Christian Karembeu, quienes también se sumaban a los avances franceses. La construcción recayó en Zidane y Youri Djorkaeff, al tiempo que las proyecciones de los laterales, Lilian Thuram y Bixente Lizarazu, permitían a estos acercarse al área rival.
Defensivamente, Jacquet tuvo en Marcel Desailly y Laurent Blanc los defensores centrales perfectos, dada su capacidad para la marca y también para salir jugando con pases cortos o largos según la circunstancia del partido. El único puesto en el que se mostró débil fue en la posición de centro atacante. Aunque de buen accionar colectivo, Stéphane Guivarch no logró anotar un gol. Sin embargo, sus movimientos permitieron la aparición en zonas de definición de sus compañeros.
Francia logró convertir 15 goles y recibió apenas 2 anotaciones, prueba de la solidez de aquel equipo.