En el artículo se destaca la labor de Joel a lo largo del partido siendo la pesadilla del equipo charrúa. Campbell anotó el primer gol y habilitó a Marco Ureña en el tercero.
Campbell y Costa Rica 'se volvieron locos'
A Campbell, delantero de Costa Rica, le grita su afición "vuélvete loco" para animarle y él encendió la mecha de la locura de toda su selección, que ardió con un resultado que algunos uruguayos desde sus casas achacaron a la recientemente legalizada marihuana. El propio portero uruguayo Muslera pareció aletargado por algún tipo de sustancia cuando el atacante del Arsenal, cedido al Olympiacos, inició la inverosímil remontada de un combinado cuyo último logro en un Mundial fue quedar penúltimo, en 2006.
Campbell recogió en el 59 un mal despeje de la defensa uruguaya para armar un cañonazo desde el interior del área que pasó al lado del portero inmóvil, pero con una potencia brutal. A los tres minutos, con Costa Rica ya venida totalmente arriba, Duarte marcó un gol de plancha como diciendo que ésta va a ser la nueva moda en Brasil después del golazo de Van Persie ante España. Lo celebraron como un título los centroamericanos, que sentenciaron casi humillando minutos después de la penúltima amenaza de Campbell con un disparo precioso. Él mismo, indiscutible estrella del encuentro, dio el pase del último tanto que remató con finura un recién entrado Ureña.
Antes de la remontada, Uruguay no hizo casi nada para merecer su ventaja. Sin Luis Suárez en el campo, no hubo orgullo ni arte en su juego y le habría venido bien una paloma mensajera que llevara el balón a sus temidos arietes, Cavani y Forlán, que marcan goles sólo con el apellido pero apenas recibieron bolas. Los atacantes tampoco se ofrecieron para asumir responsabilidades y Forlán dio muestras de su decadencia. El gol lo firmó Cavani convirtiendo un penalti bien señalado pero sobreactuado por un Lugano que se dejó querer y se echó al suelo cuando el defensa Díaz le abrazó en el área.
Pese a la triste imagen de su equipo, tras la remontada costarricense casi empata Cavani con un testarazo que sirvió a Keylor Navas para lucirse y recordar su gran momento. Pero Cambell y los suyos silenciaron finalmente a toda una bicampeona del mundo.
