También indicó que le gustaría volver a dirigir en una Copa del Mundo. Ya lo hizo en 5 ocasiones y de forma consecutiva: México (1986), Costa Rica (1990), USA (1994), Nigeria (1998) y China (2002).
Con la Sele, en la fase de grupos, superó a Escocia (1-0) y a Suecia (2-1). Perdió contra Brasil (0-1). En octavos de final tropezó 4-1 frente a Checoslovaquia. Para Costa Rica fue su primer Mundial mayor.
"De Costa Rica me llamaron 70 días antes del Mundial de Italia. Gracias a los resultados con Costa Rica y pasar la fase de grupos tuve la oportunidad de dirigir a Estados Unidos", contó el estratega.
Milutinovic, de 79 años de edad, le gustaría volver a dirigir otro Mundial, ¿será el 2026 un regreso?.
Bora es el segundo entrenador que más Mundiales ha dirigido. Solo lo supera el brasileño Carlos Alberto Parreira con 6.
Aquí la entrevista completa de Bora Milutinovic a la FIFA
Decir Bora Milutinovic es entrar directamente a los libros de historia de la Copa Mundial de la FIFA™. El serbio cuenta con cinco fases finales dirigidas, todas ellas de manera consecutiva y con selecciones diferentes: México (1986), Costa Rica (1990), Estados Unidos (1994), Nigeria (1998) y China (2002).
Lejos de parecer que a sus 79 años podría estar 'retirado' de los banquillos, el balcánico sigue consumiendo fútbol sin parar, no en vano estuvo presente en la reciente Copa América en Estados Unidos, y tiene la puerta abierta ante una posible aventura con el fin de poder estar en la Copa Mundial de la FIFA 26.
Su voz es sinónimo de experiencia, pero también de innumerables vivencias y países recorridos. Bora atendió a FIFA para hacer un repaso de toda su vida en los banquillos y de algunos aspectos del fútbol actual.
2026: una cita ilusionante para Bora
"El fútbol es mi pasión y normalmente sigo todas las competiciones de todos los niveles que puedo: profesionales, amateur y de formación", así inicia Milutinovic la conversación. Está claro que es imposible alejarse de algo que lleva en su vida desde que con 14 años ya estaba jugando en el primer equipo del OFK de Belgrado. Ha llovido mucho desde ese año 1958, pero Bora no ha bajado ni un punto su amor por este deporte: "El banquillo está en mis venas. Uno nunca sabe porque la gente se fija mucho en la edad, pero soy consciente que eso son solamente números y siempre estoy pendiente de lo que pasa en el mundo del fútbol. Si alguien quiere lograr algo, estoy listo [ríe]".
40 años después de su primera Copa Mundial de la FIFA™, 2026 sería el momento perfecto para volver a unir a Milutinovic con la mayor cita de selecciones. "Sería maravilloso estar en un Mundial porque yo pienso que siempre fui un privilegiado al disputar cinco fases finales seguidas. Ha sido algo maravilloso", rememora Bora.
Él estuvo en la fase final de 1994 y ahora aguarda la de 32 años después. Han cambiado muchas cosas en Estados Unidos y su relación con el fútbol. Un crecimiento exponencial: "La vida es cuestión de destino. Yo llegué a Estados Unidos tras el exitoso Mundial de Italia y recuerdo que ellos hablaban de soccer y yo de fútbol, pero ahora viendo esos estadios maravillosos y su pasión recuerdo que yo era pionero. Entrenábamos en los parques y la policía nos pedía identificación porque no nos conocían. Fue una experiencia única. No había Liga, eran estudiantes que se divertían. La fuerza de los americanos y su educación fue clave junto a los colaboradores que tenía", explica emocionado.
El presidente de la US Soccer era Alan Rothenberg, pero tenía una preocupación: Bora no hablaba inglés. Milutinovic contestó: "I will try to do my best [Intentaré hacerlo lo mejor posible]. Los primeros diez u once partidos salieron bien, por ejemplo ganando a Uruguay y luego en 1991 ganamos la Copa de Oro en nuestro país superando a México en semifinales. Con el tiempo mi inglés era mejor pero los resultados no tan buenos como esperábamos…entonces en una reunión con Alan me disculpé diciendo que cada vez intentaba hablar mejor inglés, pero él me dijo 'Forget the language [¡Olvida el idioma!]'. Y lo mismo me pasó en China, conozco muy pocas palabras pero el ambiente fue buenísimo y te diría que mis relaciones con la gente de China y Estados Unidos son maravillosas".
Ese México 1986 para iniciar el camino
Ahora queda muy atrás, pero la cita en el país azteca fue la primera de Bora en una Copa Mundial de la FIFA™ como seleccionador. Y, como no podía ser de otra forma, aquella historia también está repleta de anécdotas. "Tras el Mundial de 1982 yo llegué al cargo y México se convirtió en organizadora tras el cambio por Colombia. Nadie quería asumir ese cargo porque en 1978 no tuvo un buen resultado y en 1982 no estuvo. La gente me lo recordaba y me decía que había tenido mucha suerte por estar en la fase final sin jugar la fase de clasificación, pero yo les dije que no era así, que realmente yo les había clasificado sin la necesidad de disputar ningún partido [vuelve a reír]".
"México 86, tras el temblor que sufrió el país un año antes, unió al pueblo y fue una fiesta. La mejor satisfacción para mí fue que tras perder en Monterrey ante los alemanes en los penaltis la gente pidió que la selección se despidiera de la grada antes de la final entre Alemania y Argentina. Eso fue para mí la mayor alegría que podía tener. Además me otorgaron la distinción del águila azteca, la máxima condecoración posible".
Bora, siempre presente en el Mundial
Ahora radicado en Catar, el serbio también estuvo en la cita de 2022 que coronó a Argentina con su tercera Copa Mundial de la FIFA y destaca que fue una fiesta completa con "una organización perfecta, las facilidades y la amabilidad de la gente. Fue una fiesta. Catar también es algo inolvidable. No estaba activo en la cancha, pero sí seguí toda la fase final y salió a la perfección".
La historia con Costa Rica de cara a Italia 1990 llegó sobre la bocina y salió a las mil maravillas. Era el debut del combinado tico en una Copa Mundial de la FIFA y asumió el cargo de manera repentina: "De Costa Rica me llamaron 70 días antes del Mundial de Italia. Gracias a los resultados con Costa Rica y pasar la fase de grupos tuve la oportunidad de dirigir a Estados Unidos". El destino hizo que aceptar esa aventura derivara en un gran éxito y en la opción de quedar ligado para siempre a Estados Unidos, país que Bora visita de manera muy frecuente.
No fue en un Mundial, pero Irak también tiene un hueco en el corazón de Bora. Dirigió al combinado asiático en la Copa FIFA Confederaciones de 2009 en Sudáfrica. Allí se midió a la anfitriona, a España y a Nueva Zelanda. Para Milutinovic es su 'sexto' Mundial, otra experiencia más en otro rincón del mundo.
La receta del éxito
Es imposible no tratar de averiguar la receta del éxito, el elixir que mantiene viva la llama del fútbol en Bora cuando se acerca a las ocho décadas de vida: "Cuando visito un campo de fútbol me emociona al recordar los tiempos en los que era niño. Han pasado tantos años y toda la gente que he conocido. Cuando uno tiene pasión todo es mucho más fácil. Sigo intacto y por eso viajo de continente en continente", sentencia.
Es difícil saber si el futuro de Milutinovic le ligará a un banquillo para la Copa Mundial de la FIFA 26™, pero lo que está claro es que estará presenciando la cita porque es parte de la historia de la competición.