Se trata de la tecnología VALD Performance que cuenta con máquinas específicas que miden aspectos como la fuerza, energía, movimiento, balance y la asimetría de un futbolista.
El cuerpo técnico de la Selección Mayor inició esta semana con las evaluaciones a distintos futbolistas del ámbito nacional y con seleccionados juveniles. El asistente y preparador físico de la Tricolor, Sergio Chiarelli, explica de qué se trata y cuál es el objetivo de su aplicación en nuestros jugadores.
“Gracias a la colaboración que recibimos de la Federación, que tuvo la buena predisposición de conseguir esta tecnología de primer nivel, estamos implementando evaluaciones con las que buscamos medir a cada uno de los jugadores, perfilarlos, ver qué falencias y qué cosas positivas pueden tener y apuntar hacia dónde debemos mejorar con cada uno de ellos, para lograr el tipo de jugador que requerimos en la Selección Mayor de Costa Rica”.
A partir de los resultados que arrojen estas herramientas tecnológicas, se podrá conocer el estado físico de los jugadores, conseguir su máximo rendimiento y disminuir los riesgos de lesión.
Las evaluaciones se dividen en tres partes:
-Test fuerza de aductor y abductor en Plataforma Force Frame: mediante sensores avanzados evalúa la fuerza y el desequilibrio muscular.
-Test fuerza isquios en Plataforma Nordbord: cuantifica y monitorea con precisión la fuerza y desequilibrio de los isquiotibiales de un atleta.
-Test SMJ-Plataforma Force Decks: Sistema de doble placa que permite una evaluación rápida y sencilla de la estabilidad, fuerza y movimiento.
Las pruebas no representan desgaste físico para los futbolistas y más bien puede considerarse útil para entrar en calor. Son pruebas cortas y concisas para las zonas que interesan analizar.
Chiarelli explicó que para perfilar el tipo de jugador que ellos buscan, se deben hacer al menos 15 de estas evaluaciones. La meta es siempre apostar a mejorar el presente y el futuro del fútbol costarricense.
“Esta tecnología nos permite evaluar chicos de la Mayor y de la juvenil, obtener la mayor información posible y de ahí direccionar las actividades y mejorar las aptitudes o no que requieran los jugadores”.
Y agregó: “Debemos sentarnos a evaluar y sacar conclusiones que no es una tarea menor, porque evaluar es una acción simple, pero ahora debemos ver hacia dónde vamos a ir, y qué es lo que queremos lograr con cada uno de nuestros jugadores”.