Proveniente de una destacada etapa en el fútbol colombiano, el jugador expresó su emoción por unirse a un club de gran historia y aspiraciones, dejando claro su compromiso con los objetivos del equipo: pelear por el campeonato número 31 y responder a la confianza de la afición.
Su incorporación fue motivada por el prestigio de la institución y la influencia de figuras clave como el entrenador Alexandre Guimarães.
Entrevista de Ortega al sitio web de Alajuelense
Sensaciones
La verdad que muy contento, cuando supe que venía me puse a ver mucha información del equipo, vengo a un grande que amerita salir campeón y pelear por la 31, creo que vamos a ir en busca de eso y tenemos que lograrlo porque el equipo lo pide.
Objetivos de LDA
Sé dónde vengo, sé que es un equipo que siempre pelea por títulos, que amerita pelear por eso, entonces estoy muy contento y a eso vinimos.
¿Cómo se dio su llegada a LDA?
Yo me entero que había una posibilidad, gracias a Dios en Colombia me fue bien, tenía para quedarme, pero la muestras de cariño que tenía el La Liga hacia mi persona me llamó mucho y después saber quién está en el club que es Guimarães, un tipo ganador y que todo el mundo conoce, que lo había enfrentado, eso me empujó a tomar la decisión de venir y obviamente por la historia que tiene el club y su gente.
Experiencia en la primera división de Colombia
Fue un paso grande porque yo estaba jugando en la B de Uruguay, ahí salimos campeones y eso fue un plus para que me vieran, tenía posibilidades para irme a Chile y a Ecuador, pero los entrenadores siempre me recomendaron el fútbol colombiano y por eso tomé la decisión de irme ahí, me fue muy bien, al principio me costó un poco por el tema de acoplarme a la altura y muchas cosas del país no teníamos en Uruguay, pero después me sirvió un montón y pude hacerme un nombre que después me dio muchas repercusiones, y muchos equipos llamaban y preguntaban por mí.
¿Está en la mejor etapa de su carrera?
Después de los tres años que estuve en el club (Equidad de Colombia) eso me ayudó a aprender muchas cosas, mucho más maduro, manejar mejor el arco y acostumbrarme a jugadores más hábiles que te definen mucho más difícil de lo que era en la B de Uruguay, son muchos plus que vas aprendiendo, el tema de el cuidado de la comida, muchas cosas que me ayudaron a ser mejor profesional, en la actualidad me encuentro muy bien.
El paso a un equipo grande
Di un paso grande en mi carrera, el club es ideal para eso y me gusta el tema de la presión, me siento muy cómodo en ese sentido y creo que estoy pronto para enfrentar este nuevo desafío que me encanta.
¿Qué decirle a la afición manuda?
A los manudos agradecerles el cariño y espero responderles a ellos dentro de la cancha y que juntos podamos lograr grandes cosas, eso es lo que deseamos todos, lo que deseo yo y mi familia, los que me conocen saben que siempre me preparo para esto, que entreno siempre a muerte para poder rendir dentro de la cancha, entonces que la afición no dude de mi sacrificio que no va a faltar, siempre me comporte de esa manera, entrenar al máximo para el equipo y esperando que las cosas se den y que el equipo fluya.
Pasó momentos difíciles en su carrera, ¿esto es un premio al esfuerzo?
Hoy más que nunca lo veo, fueron momentos durísimos que me tocó pasar en Uruguay, momentos de no cobrar, momentos en que me tocaba salir a trabajar en otras cosas mientras jugaba para hacer un peso extra y tener para comer, fueron momentos muy duros que estuve al borde siempre de abandonar y desistir, porque en algún momento uno lo piensa, si dedicarse a trabajar en otra cosa, ahí siempre estuvo mi padre, que hoy ya no lo tengo porque lo perdí hace poco, es una persona muy clave para mí, cuando hablo de él me siento un poco porque sin él no hubiera estado acá, así que para mí es muy importante mi viejo y lo extraño un montón, él fue clave y si hoy estoy acá es en gran parte gracias a él.