Una vez más el fútbol sufre una mancha negra en su historial. En está ocasión se dio una acción vergonzosa y totalmente reprochable en un partido de la tercera división de Alemania, cuando en el partido entre el MSV Duisbur y el VfL Osnabrück se dieron insultos racistas.
El partido lleva 36 minutos cuando el jugador del conjunto visitante, Aaron Opoku, recibió insultos racistas, idormó el club en sus redes sociales.
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El medio Sky, informó sobre lo ocurrido e informó que tras escucharse los insultos racistas por parte de algunos aficionados locales, el árbitro tomó la decisión de suspender el juego.
Posteriormente las autoridades presentes en el estadio detuvieron a los autores del bochornoso episodio hacia Opoku. Además, el medio antes mencionado señala que los dos aficionados detenidos comenzaron a gritar "¡nazis raus!" (¡nazis fuera!).
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Por supere el Duisburg también informó en sus canales oficiales la suspensión del encuentro y envió un mensaje de apoyo hacia sus rivales y destacaron la "amarga tarde" que vivieron.
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