Alberto Toril, delantero de Alajuelense, fue el hombro del partido de la Recopa ante el Saprissa gracias a su doblete. Pero el artillero ha pasado por un año bastante complicado en el ámbito personal y fue el héroe inesperado en el ascenso del Córdoba a la Segunda División.
Toril, de 27 años, vivió la última temporada bajo la sombra del goleador del Córdoba, Antonio Casas, pero su función como relevó fue más que destacada en el equipo.
No obstante, el primer semestre del año no fue para nada fácil para el artillero, quien tuvo que pausar su actividad como futbolista para hacerse cargo de su madre, quien falleció en marzo tras luchar contra una grave enfermedad. El jugador estuvo un mes lejos de los terrenos de juego por este motivo y cuando regresó al club debió trabajar en lo físico para ser tomado en cuenta nuevamente por el entrenador Iván Ania.
En el primer partido de Toril tras el fallecimiento de su madre fue ante el Real Madrid Castilla en Valdebebas, en donde además convirtió y fue una dedicación al cielo.
Para la final de los 'playoffs' de ascenso, Ania apostó por Toril para ser titular ante el Barça Atlètic y respondió con tres goles en la serie.
"He pasado momentos duros, pero ya está, todo lo que conseguí hasta el día de hoy se lo dedico a ella", dijo Toril durante las celebraciones del Córdoba. "Sé que tiene mucha culpa de la noche de ayer, de lo que viví", añadió.
Alberto Toril se estrenó con Alajuelense el miércoles en el clásico por la Recopa y en su presentación lo hizo con un doblete para ayudar a que el equipo levantara el primer título.
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