La propiedad no se consideró dentro de la sucesión, pero contendría objetos valiosos -en términos históricos y económicos- de Maradona.
El letrado aclaró que, aunque podría ser incluida en la herencia, es necesario que antes se den una serie de cuestiones legales vinculadas con las leyes cubanas y apelar a la buena voluntad de la familia Castro.
“La casa podrían heredarla los hijos, pero no está contemplada en la sucesión de Diego. Fue algo que nunca se planteó porque él tenía una relación de amistad con los Castro, por lo cual nunca se le hubiese ocurrido decir ‘denme la casa’. No había intención de parte de Diego de hacer dinero con la casa”, explicó D’Alessandro.