Unos niveles correctos de testosterona no solo se relacionan con un buen rendimiento sexual –tanto en lo que respecta a las erecciones como a la libido, la calidad de los espermatozoides y, por tanto, la fertilidad–, sino que mejoran la concentración, la memoria y la salud cardiovascular, reducen la fatiga, además de prevenir la anemia, la osteoporosis, la diabetes tipo 2 y los accidentes cardiovasculares, entre otros beneficios.
La testosterona provoca, además, un incremento en la formación de proteínas, especialmente en los huesos y músculos, de manera que aumenta la masa muscular.
En el mundo de la competición deportiva no es raro su uso con fines anabolizantes, y suele administrarse mediante inyecciones intramusculares, aunque también puede suplementarse por otras vías. “No es raro encontrar mujeres que se someten a doping con testosterona para ganar masa muscular, pues aunque es una hormona que está presente tanto en hombres como mujeres, lo está más en los hombres, de hecho se la conoce como la ‘hormona sexual masculina’”, explica la nutricionista española Encarni Pérez, de la asesoría sobre entrenamiento y nutrición FullMusculo en una nota a la Vanguardia.
La alimentación puede ayudar a mejorar la producción de testosterona, cosa que puede influir directamente no solo en la actividad sexual sino también en la calidad de los espermatozoides, en la fertilidad y en el incremento de la masa muscular. Estos siete alimentos pueden aumentar los niveles de testosterona: