El piloto neerlandés de Red Bull, Max Verstappen, ganó el Gran Premio de Italia, la cual quedará en la historia desde que consiguiera en la clasificación la vuelta más rápida jamás dada en la Fórmula 1.
Un arranque volcánico y una obra maestra al volante
El Gran Premio de Italia tuvo un inicio inolvidable, con las cuatro vueltas más vibrantes del año. Verstappen se midió cuerpo a cuerpo con Lando Norris desde la largada, cerrando al británico y viéndose obligado a devolverle la posición tras cortar en la primera curva. Norris, furioso, lo tildó de “idiota” por radio, pero el neerlandés no se rindió.
En la Primera Variante, por el exterior, Verstappen ejecutó un adelantamiento magistral que quedó grabado en la memoria de Monza. Desde ahí, marcó un ritmo implacable con su Red Bull, imposible de seguir para los McLaren. Norris terminó segundo y Oscar Piastri tercero, aunque el australiano se quedó con el sabor agridulce de tener que ceder posición a su compañero tras un error en boxes.
Mientras Verstappen y McLaren protagonizaban la batalla por la punta, en Ferrari todo era frustración. Charles Leclerc apenas resistió los ataques de George Russell y se conformó con un discreto 5º puesto. Lewis Hamilton, en soledad, finalizó 6º en otra carrera gris para Mercedes.
El neerlandés, con esta victoria, suma tres triunfos en la temporada y todos en escenarios míticos: Suzuka, Ímola y Monza. No está en la pelea por el título, pero sí se ha convertido en el gran incordio de McLaren, que todavía no logra despegarse del todo entre Norris y Piastri.
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