Simone Biles volvía este domingo a la competición en los Juegos Olímpicos y lo hizo como ella mejor sabe al clasificar a cinco de las seis finales en la gimnasia artística.
La oriunda de Texas arrancó la competencia en la barra de equilibrio, en donde logró 14.733 puntos que la ponía a la cabeza de un aparato en el que no se da tan bien, pero tampoco mal. En esta misma prueba la estadounidense se hizo algo de daño en su tobillo izquierdo y le habían puesto un vendaje de comprensión.
Posteriormente, Biles pasó a los ejercicios de suelo donde inició con el Biles II, mismo con el que llegó a pisar fuera, pero rápidamente se repuso para adueñarse del espacio. En esta prueba logró 14.600 puntos pese a la penalización (-0.1) que le correspondía.
Biles ya sumaba su segunda final de las seis posibles y se mantenía sin mostrar su característica sonrisa demostrando lo concentrada que estaba en la competencia.
Luego llegó el salto de caballo, misma prueba en la en Tokio su mundo se derrumbó y la tuvo lejos del ojo público por dos años. Simone realizó dos saltos impresionantes, arrancando con un Yurchenko doble carpado, es la única mujer que lo haces desde su estreno en competición en los mundiales de Amberes 2023. Para un total de 15.300 puntos y otra final asegurada.
Ahora Biles le hacía frente a las barras asimétricas, su peor aparato, y quedó demostrado al tener su puntuación más baja con 14.433 puntos y quedarse fuera de la final.
En total la texana consiguió 59.566 puntos y más de tres puntos de ventaja sobre su compatriota Sunisa Lee, quien fue oro en Tokio 2020.
Al finalizar su participación, a Simone Biles se le colocó una férula junto al vendaje para asegurar el tobillo izquierdo, pero no parece ser una lesión grave y tendrá los próximos dos días para recuperarse antes de la final.
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