Se disputó una nueva edición del Clásico de la Concacaf, que dejó como resultado un importante empate.
Es un gran marcador para nuestros seleccionados, dadas las circunstancias alrededor del juego: prácticamente en condición de visitantes, ante un rival de mayor oficio y que cuenta con una infraestructura superior.
El 0-0, si bien no puede ocultar una superioridad del rival en cuanto a dominio de las acciones, carga de confianza a la joven generación que conforma la base de la Selección Nacional.
Asimismo, y no es ninguna novedad, se confirma una vez más que la portería está más que segura con un Keylor Navas que continúa mostrando un nivel top.
Fue un encuentro de mucho aprendizaje para ‘la Sele’, la cual aún tiene camino por recorrer, tanto en la siguiente instancia de la actual Copa Oro, como en el principal objetivo trazado: la eliminatoria mundialista hacia Norteamérica 2026.
Entonces, en primer lugar, valga la aclaración: con el repunte que en las últimas décadas ha experimentado la selección estadounidense, así como el propio del último lustro con respecto a su similar canadiense, mucho se ha afirmado acerca de que ahora el duelo más encarnizado de nuestra área futbolística es el que protagonizan ambas representaciones norteamericanas contra México… Sin embargo, desde el punto de vista de nosotros los historiadores, el clásico de la Concacaf sigue siendo el que enfrenta a ticos y aztecas. Aspectos como una muy antigua rivalidad (inició en los años 30), el compartir el hecho de ser futboleras ambas naciones -a diferencia de gringos y canadienses, quienes no tienen al fútbol como su deporte número 1-, además de que desde hace casi un siglo ha habido presencia costarricense en las filas de clubes mexicanos, nos lleva a sostener que
la designación de clásico de la región sigue siendo la misma de siempre… De hecho, basta con preguntarles a los abuelos en ambos países; con total certeza responderán que el Costa Rica-México es el partido que siempre despertó mayor interés deportivo en el área.
El verdadero clásico de la Concacaf. Considerar el México-EEUU como clásico del área es un error, pues su rivalidad se sustenta en factores sociales, históricos y políticos -alejados del fútbol- que últimamente pesan más entre esos dos países. Sería como pretender que el clásico centroamericano, en lugar del Costa Rica-Honduras, sea un Costa Rica-Nicaragua, por todos los roces también de carácter ajeno al balompié que existen entre nuestro país y los vecinos del norte…
Aclarado lo primero, quise dedicar este artículo al tercer punto, el de la presencia tica en planillas de equipos aztecas. Si bien entre los años 30 y 60 hubo un considerable número de compatriotas que alcanzó relevancia en aquel destino, en la actualidad la situación ha cambiado significativamente.
Hoy, hay más futbolistas mexicanos en nuestros clubes de la máxima categoría - incluso el timonel tricolor Miguel Herrera es azteca-, que ticos en cuadros de la tierra de los charros. De allá han estado arribando a Costa Rica jugadores que si bien no son protagonistas destacados en su país de origen, por lo menos en términos generales rinden satisfactoriamente en nuestra primera división.
Nuestro país, por su parte, en los últimos 13 años colocó a nueve consolidadas figuras del balompié nacional, tanto en la Liga MX (primera categoría), como en la Liga de Expansión (segunda división): Óscar Rojas (La Piedad, Altamira, Zacatepec y Venados), Ever Alfaro (Mérida), Pablo Salazar (Mérida), Johnny Acosta (Dorados), Mynor Escoe (Tampico Madero), Joel Campbell (León y Monterrey), Leonel Moreira (Pachuca), Néstor Monge (Potros UAEM y Cafetaleros) y Francisco Calvo (FC Juárez).
Rojas, Torres y Campbell, los más exitosos. De 2012 a la fecha han pasado 22 futbolistas costarricenses por el fútbol mexicano, de los cuales solamente tres lograron levantar trofeos. Fueron ellos Óscar Rojas, Gerson Torres y Joel Campbell; el primero obtuvo el título de ascenso con La Piedad en la temporada 2012-13, Torres se proclamó campeón de copa con Necaxa en 2018, mientras que Joel, al servicio del León de Guanajuato, ganó la liga MX 2020 y la Liga de Campeones de la Concacaf 2023; además, con el Monterrey disputó el Mundial de Clubes 2022 en Emiratos Árabes Unidos.
El resto de ‘legionarios’ ticos en el balompié mexicano, en ese mismo periodo, corresponde a un reciente y muy creciente fenómeno: Se trata de jóvenes futbolistas con edades que oscilan entre los 15 y 23 años, aún sin minutos en la categoría de honor nacional, o bien, con poco rodaje en tal competición, que viajaron a realizar pruebas o pasantías, o a cumplir breves ligámenes. Son los casos de Danny Vianney Blanco (Pachuca y Tlaxcala), Giovannie Cantillano (Pachuca), Henry
Cooper (Murciélagos y Pachuca), Gerson Torres (América y Necaxa), Suhander Zúñiga (Pachuca), Andy Reyes (Pachuca), Josué Abarca (Santos), Geancarlo Castro (Pachuca), Josimar Alcócer (Pachuca), Brandon Aguilera (Pachuca), Malik Rodríguez (Leones Negros UdG), Fernán Faerron (Pachuca) y Royner Rojas (Monterrey).
Manudos probaron en Pachuca. La imagen muestra a los jóvenes Geancarlo Castro, Brandon Aguilera y Josimar Alcócer en una pasantía de diez días con el Pachuca, en 2019. Tenían respectivamente 17, 16 y 15 años de edad, y pertenecían a LD Alajuelense; aparecen con Agustín Lleida, gerente deportivo manudo. Otros noveles ticos que en los últimos 13 años realizaron pruebas o pasantías en la misma institución ‘Tuza’ fueron Giovannie Cantillano en 2012, Henry Cooper en 2013, Suhander Zúñiga (quien lamentablemente sufrió una fractura apenas al inicio de su aventura) en 2018 y Fernán Faerron en 2019. Royner Rojas, por otra parte, probó fortuna en 2022 con ‘Rayados’ del Monterrey.
En defensa de la iniciativa de escuadras y managers nacionales, se debe considerar como un acierto el enviar a talentos en potencia a foguearse y adquirir experiencia internacional en un fútbol altamente competitivo como el azteca. Sin embargo, al mismo tiempo sorprende el revelador dato de que de los 13 nombres anteriormente citados, hoy tan solo tres de ellos parecen estar enrumbando firmemente sus carreras futbolísticas: Aguilera, Alcócer y Faerron; los tres casualmente forman parte de la actual Selección Nacional, tienen experiencia en el balompié europeo, y en el
caso de ‘Bebote’, ya ostenta el cartel de mundialista, tras su participación en Qatar 2022. Otro que logró consolidarse es Gerson Torres, quien ha sido figura preponderante en Herediano y Saprissa, y también vio acción en el mundial catarí.
Sobre los demás, si bien varios contabilizan pasos por algunos de los llamados equipos tradicionales, no han logrado consolidarse; otros alternan participaciones en primera y segunda división, y en el caso de Danny Vianney Blanco, Josué Abarca y Malik Rodríguez, se retiraron tempranamente del fútbol profesional.
Jugaron brevemente en México. Seis jóvenes futbolistas costarricenses actuaron brevemente en el balompié azteca de 2012 a la fecha: Danny Vianney Blanco (2012-13) y Andy Reyes (2017-18) con divisiones inferiores del Pachuca, aunque en el caso de Blanco, fue requerido por sus técnicos Hugo
Sánchez y Gabriel Caballero para tres encuentros con el primer equipo en torneos de la Copa MX; en 2014 fue cedido seis meses al Tlaxcala de la liga de ascenso. Gerson Torres se incorporó en 2017 a la categoría sub-20 del América, pero también recibió minutos en el primer equipo de ‘las Águilas’,
tanto en liga como en copa, por parte de sus técnicos Ricardo Lavolpe y Miguel Herrera. Similar sucedió cuando pasó al Necaxa de Ignacio Ambriz. Los otros que tuvieron pasos por allá fueron Henry Cooper con Murciélagos de Sinaloa (Liga Premier de Ascenso o tercera categoría) en 2013, Josué Abarca con el juvenil del Santos Laguna en 2018, y Malik Rodríguez con Leones Negros de la Universidad de Guadalajara (Liga de Expansión o segunda división) en 2020. En la imagen aparecenBlanco en acción contra Óscar Rojas; Torres, Abarca y Rodríguez.
Son otros tiempos… Hace muchas décadas a nuestro país llegaban con mucha emoción las noticias de los golazos que marcaban Edwin Cubero del Atlas y el gran ‘Fello’ Meza en el Atlante, las corridas por la banda derecha de ‘Quesadita’ en el España, los partidazos que en zona defensiva del Irapuato se jugaba Max Villalobos… Más cerca en el tiempo, los vibrantes piques en ofensiva del ‘Pelícano’ Medford con el León, y las elogiosas participaciones de Jafet Soto en todos los clubes aztecas que conformó…
Hoy, con algo de resignación y mucha nostalgia seguimos a la distancia los esporádicos pasos de nuestros legionarios en esa nación, y al mismo tiempo descubrimos casos de ‘carajillos’ ticos que no conocíamos, y de los que después casi no volvemos a escuchar más… Y bueno, ojalá que en el futuro la cosa mejore para bien del fútbol nacional. ¡Pura vida!
* La investigación del presente texto incluye casos de futbolistas costarricenses que viajaron a México para realizar pruebas, pasantías o cumplir contratos con equipos aztecas, del año 2012 a la fecha. Tal medida tiene como fin tratar de abarcar la mayor cantidad posible de experiencias de
jugadores activos.
** Un agradecimiento a Bertony Robinson por facilitar información que ayudó a preparar este artículo.
*** El autor Esteban Guevara es historiador de fútbol costarricense y responsable de la página de Facebook Gol de Camerino; pronto estará publicando