Ayer lunes 6 de enero se celebró el Día de Reyes, una fecha religiosa que en Costa Rica tal vez no reviste la misma importancia que otras como la Navidad, el día de la Virgen de los Ángeles, o incluso el día de los santos. De hecho, la afición futbolística de nuestro país recuerda ese día más por un hecho deportivo que por otra cosa… Y es que hace 24 años a ‘la Sele’ le correspondió disputar en esa justa fecha el repechaje contra Guatemala, válido para acceder a la hexagonal final eliminatoria rumbo al Mundial Corea-Japón 2002.
Tras igualar en puntos y goles en la cuadrangular previa, ticos y chapines debieron contender un playoff en el Estadio Orange Bowl de Miami, donde solo uno podía avanzar. El duelo permitió el debut de Alexandre Guimaraes en el banquillo tricolor, así como el de Gilberto ‘Tuma’ Martínez en la zaga. El seleccionado guatemalteco, por su parte, se presentó al juego envalentonado tras haber derrotado a Costa Rica siete semanas antes en Mazatenango; en la dirección técnica estaba un viejo conocido: Julio César ‘el Pocho’ Cortés, mundialista, y exfutbolista y entrenador de clubes de nuestra primera división.
Como seguramente recordará el estimable lector de everardoherrera.com, al final la selección costarricense superó a su similar chapina con un inobjetable 5-2 que por un lado, le devolvió la confianza a una afición nacional que incrédula había visto a la Sele iniciar la eliminatoria con una derrota en Barbados. Al mismo tiempo, el gran resultado sería el punto de inflexión que requería el combinado tricolor para a partir de entonces creérsela en cada campo de juego donde se presentara… Así es como llegaría a ser campeón del área, quinto puesto en la Copa América Colombia 2001 (sigue siendo la mejor ubicación tica en el vetusto torneo sudamericano), y ganador del premio de la FIFA a la selección de mayor avance en el mundo (2001).
La historia del balompié mundial guarda muchos casos de equipos exitosos que sin embargo debieron palidecer más de la cuenta para alcanzar sus objetivos. Así, por ejemplo, la Argentina de Maradona sufrió contra Perú para poder obtener su boleto a México 86, cita que consagraría al ‘Pelusa’. El Brasil monarca de EEUU 94, primero había mordido el polvo en su desplazamiento a La Paz (cayó 0-2 con Bolivia; primera derrota amazónica en eliminatorias); Uruguay, por su parte, fue cuarto lugar en Sudáfrica 2010, pero para clasificar a ese Mundial había superado a Costa Rica en un repechaje cargado de drama, especialmente en el partido de vuelta disputado en Montevideo. Aquella noche ‘la Sele’ igualaba a uno y presionaba a los charrúas, cuando la prensa local salió al rescate de ‘la Celeste’ y armó un pleito contra el banquillo tico que obligó a suspender las acciones durante algunos minutos, por ende, enfrió el empuje tricolor; nada raro, ‘la maña sudamericana’ presente en el icónico Estadio Centenario. Casualmente en noviembre anterior -que se cumplieron 15 años del juego- se reunieron los exseleccionados uruguayos para recordar ese compromiso ante ‘la Tricolor’, que concibieron como el punto de inflexión charrúa para rendir su mejor participación mundialista en los últimos 75 años.
Uruguayos se acordaron de la Sele. El pasado 17 de noviembre se reunieron 12 exfutbolistas de la selección de Uruguay que obtuvieron el pase al Mundial Sudáfrica 2010 tras superar a Costa Rica en un repechaje interzonal. La reunión fue organizada por Sebastián ‘el Loco’ Abreu y contó con figuras como Diego Forlán, Diego Godín, Walter Gargano y Andrés Scotti, entre otros.
Y volviendo al 6 de enero de 2001 en el Orange Bowl, hay que citar como principal abanderado del enorme triunfo a ‘Guima’. En ese entonces el ‘tico-brasileiro’ era un técnico joven que empezaba a cosechar éxitos en su nueva profesión, lo cual lo hacía gozar de mucha credibilidad en el medio, situación muy diferente a su presente con LD Alajuelense, donde parece que no termina de hacer clic ni siquiera con sus propios seguidores rojinegros…
El otro gran argumento que ayudó a consolidar la victoria costarricense ante Guatemala corresponde a la experiencia de nuestros legionarios. Jugar en ligas de mayor competitividad que la que demandan los modestos certámenes centroamericanos es un plus que en el campo de juego jamás puede pasar inadvertido.
Así, Costa Rica alineó esa vez a Reynaldo Parks, zaguero y líder de los Tecos de Guadalajara, Rolando Fonseca, estrella del Comunicaciones chapín pero con un recorrido en México y Colombia, y Paulo César Wanchope, titularísimo del Manchester City; como variantes ingresaron Hernán Medford, veloz delantero de un Necaxa que un año antes en Brasil se había consagrado tercer lugar en el primer Mundial de Clubes, y Jafet Soto, compañero de Parks en los Tecos, y quien ya contabilizaba más de un lustro actuando en gran forma en el siempre exigente balompié azteca.
Los legionarios de la Sele se echaron el equipo al hombro en Miami. Reynaldo Parks, Jafet Soto, Paulo Wanchope, Rolando Fonseca y Hernán Medford fueron los legionarios ticos que jugaron hace 24 años el repechaje premundialista contra Guatemala. Su participación fue determinante, prueba de ello es que los primeros cuatro marcaron todos los goles del 5-2 final.
Además de los legionarios mencionados, ‘la Sele’ echó mano de futbolistas que antes habían vivido experiencias en el balompié del extranjero, como Jervis Drummond, con un pasado en la reserva del Flamengo brasileño, Harold Wallace, exjugador del Zacatepec de la segunda categoría mexicana, Wilmer López, exficha del Deportes Tolima colombiano, así como Jeaustin Campos, que había actuado para el LG Cheetahs de Corea del Sur.
En el plantel chapín, en cambio, tan solo brillaba un único legionario: Martín Machón, que acababa de concluir su participación en el Miami Fusion de la MLS; antes había jugado para Santos Laguna y Los Angeles Galaxy. Jorge Rodas acumulaba experiencia en el San José Clash de la liga estadounidense, mientras que Claudio Rojas, hijo del exjugador argentino Carlos Hipólito Rojas, se había formado futbolísticamente en River Plate, y además había militado en las filas de los clubes San Lorenzo de Almagro e Instituto de Córdoba.
Chapín medio che. El volante guatemalteco Claudio Rojas se formó en el River Plate de Argentina, e incluso en 1993 llegaría a actuar con el primer equipo. De padres argentinos, Rojas tuvo oportunidad de compartir en el campo con figuras ‘millonarias’ como Marcelo ‘el Muñeco’ Gallardo, quien aparece a su derecha.
No cabe duda de que la situación de Guimaraes y ‘el Pocho’ Cortés era desigual: el mundialista de Italia 90 contaba con nueve figuras con experiencia como legionarios, mientras que el timonel charrúa, solamente tres. ¿Que el currículo deportivo no juega? opinan algunos; bueno, simplemente no se puede obviar todo el aprendizaje que hay detrás de cada participación en el fútbol del exterior, y aquel Día de Reyes en Miami, quedó demostrado. Bien por ‘la Sele’ y por sus legionarios. ¡Pura vida!
* El autor Esteban Guevara es historiador de fútbol costarricense y responsable de la página de Facebook Gol de Camerino; pronto estará publicando el libro Nuestros primeros legionarios. Futbolistas ticos en el mundo 1875-1990.