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Los ticos que fueron compañeros de una figura histórica del fútbol colombiano

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El jueves pasado, la noticia que captó la atención futbolera de Sudamérica y más allá, fue inobjetablemente el par de anotaciones que le marcó el colombiano Luis Díaz a la selección de Brasil, que consolidaron la primera victoria cafetera ante el ‘pentacampeão’ por eliminatorias mundialistas.

Las imágenes de ‘Lucho’ celebrando y dedicando ambos goles a su padre en las gradas, liberado ocho días antes tras haber sido secuestrado por el grupo guerrillero ELN, conformaron uno de los momentos más emotivos que recuerda la historia reciente del deporte que más nos apasiona.

 

Todo fue fiesta para los locales en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, desde donde partieron los cables internacionales y vídeos que pudimos apreciar en el resto del mundo, incluidos nosotros los ticos, que sin saberlo, estuvimos observando un escenario en Barranquilla que lleva el nombre de una figura histórica del balompié colombiano que fue rival y compañero de varios futbolistas costarricenses; el presente artículo tiene como fin compartir con el estimable lector de everardoherrera.com otra historia desconocida en nuestro país…

Roberto ‘el Flaco’ Meléndez Lara fue un espigado delantero de furibundo remate con ambas piernas, que dedicó casi toda su carrera deportiva al Juventud Junior, equipo antecesor del actual Junior de Barranquilla. Es el primer ídolo que recuerda la historia de la región del Caribe de Colombia, y dado que actuó en los inicios de la selección mayor de ese país, allá además se le considera una figura icónica nacional. Su juego era tan vistoso que en 1932 el propio presidente de la república colombiana, don Enrique Olaya Herrera, solicitó su presencia en el palco en el que se encontraba, tras observarlo en acción en un partido.  

Los primeros acercamientos del ‘Flaco’ Meléndez con el fútbol costarricense fueron relativamente constantes en la década del 30, pues ante las giras que los equipos ticos llevaban a cabo por territorio cafetero, siempre pactaban encuentros frente a clubes de Barranquilla, por lo tanto para los nuestros era normal medirse al ídolo local, quien aparecía en la línea de ataque de su Juventud Junior, o bien de otros cuadros que lo solicitaban como refuerzo. De tal forma la Gimnástica Española (1931) y el Club Sport Herediano (1937) lo tuvieron como rival en sus respectivas visitas a la nación más septentrional de Sudamérica.

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El ídolo en su casa. Roberto ‘el Flaco’ Meléndez, fallecido en el año 2000, fue un brillante delantero e ídolo de Barranquilla en los años 30 y 40, por lo cual, como homenaje, a partir de 1991 el Estadio Metropolitano de esa ciudad pasó a llevar su nombre. (Imagen El Heraldo)

Asimismo, la selección nacional también jugó contra el atacante barranquillero en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en 1938 en Panamá. En aquella oportunidad ‘la Tricolor’, dirigida por don Ricardo Saprissa, venció con sumo esfuerzo 2-1 a la representación colombiana, en una competición en la que ticos y cafeteros finalizaron respectivamente en la segunda y tercera posición, ambos detrás de México. Con cuatro goles Meléndez fue el máximo anotador de su escuadra.

El siguiente enfrentamiento sucedió un año más tarde. Mientras jugaban en la primera división cubana, los exorionistas Guido Matamoros y Alfredo ‘Ñato’ Piedra, así como los exlibertos Gregorio ‘Goyo’ Morales y Jorge Dávila, fueron incluidos en la selección que la isla envió a una gira por Colombia, en la que la ciudad de Barranquilla fue uno de los destinos del periplo. Con la delegación cubana viajaron dirigentes del equipo Deportivo Hispano, que al ver en acción al ‘Flaco’ Meléndez no dudaron en contratarlo. Así, el goleador del Caribe cafetero se convirtió en el primer futbolista de su país fichado por un club del extranjero, justo para engrandecer aun más la leyenda del gran futbolista que de por sí ya era…

Meléndez Lara arribó a Cuba en una época en que su fútbol, además de contar con importante apoyo económico, tenía gran influencia española, de hecho varios de los seleccionados isleños que en 1938 habían alcanzado la histórica sétima posición en la Copa Mundial en Francia eran nacidos en España, y en otros casos, descendientes directos de ciudadanos de la nación europea. De tal forma el certamen local de la máxima categoría ostentaba un nivel bastante competitivo, que aunado a las atractivas condiciones climáticas y geográficas del país, convertían a Cuba en uno de los destinos favoritos de muy buenos jugadores sudamericanos y centroamericanos, entre los cuales se encontraban, por supuesto, los costarricenses.

Entonces, de 1939 a 1945 quien le da el nombre al principal recinto deportivo de Barranquilla se convirtió en protagonista de la liga cubana, competición en la que domingo a domingo se enfrentaba a nuestros representantes que jugaban ahí, como los mencionados Matamoros, Piedra y Dávila, además de Mario Sáenz, Antonio Campos, Enrique Lizano, Antonio ‘Ñico’ Vinyets, Manuel Agüero y Harry Bonilla. Asimismo, Roberto Meléndez pasó a ser compañero de los futbolistas ticos Enrique Madriz y Mario ‘Varelón’ Varela. Madriz era un defensor cartaginés fuerte en la marca, que había sido campeón nacional en 1936 con el cuadro de ‘la Vieja Metrópoli’, mientras que Varela era un volante herediano de gran fortaleza y despliegue físico, monarca con el conjunto florense en 1935 y 1937.

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Delantero colombiano y jugadores ticos en las formaciones. Antaño la presencia de futbolistas costarricenses era algo normal en los diarios cubanos; es el caso de ‘Diario de la Marina’, que en marzo de 1940 elogió al colombiano Roberto Meléndez al tiempo que publicó las formaciones de cuatro clubes, en las que destacan los ticos Guido Matamoros, Antonio Vinyets (anotador de un gol) y Enrique Madriz (erróneamente consignado como “Madrid”).

Madriz en la zaga, ‘Varelón’ en la mediacancha y Meléndez en la ofensiva, conformaron la columna vertebral del Hispano, que empezó a exhibir interesantes presentaciones en una liga caribeña de la que tanto Costa Rica como Colombia estaban pendientes, cuyos diarios de la época solían publicar noticias sobre sus respectivos legionarios, los once ticos, así como el único y pionero del país cafetero.

Para muestra, sirva el siguiente fragmento de una crónica de marzo de 1940 del periódico isleño ‘Diario de La Marina’ tras el empate a dos entre el Hispano del colombiano (autor de un gol) y los ticos Madriz y ‘Varelón’, y el Centro Gallego de Matamoros (dos tantos) y Vinyets: “Varelón y Cubanaleco fueron los más trabajadores en los dos partidos del domingo [...] El que más se acercó (a ser el mejor) fue Varelón, centro medio hispanófilo, por lo mucho que trabajó [...] rompiendo mucho juego durante los dos halfs [...] Madriz, mejor que Panchito (su compañero de zaga) [...] Meléndez perdió los papeles pero anotó uno de los dos goles de su equipo [...] Vinyets, tratando de hacer algo [...] Matamoros, el más efectivo de todos.”

Concluido el certamen cubano 1939-1940, los dos costarricenses del Hispano regresaron a nuestro país. Madriz se volvería a vestir de blanquiazul y a inicios de 1941 obtendría otro título nacional con el CS Cartaginés, mientras que Varela se vincularía al Orión, y como seleccionado nacional ganaría el Torneo Centroamericano y del Caribe de 1941 en La Sabana. Luego pasaría a las filas del CS La Libertad, con el que alcanzaría el cetro en 1942.

Así como en los tiempos recientes la prensa nacional ha destacado el hecho de que Keylor Navas fue compañero de Cristiano Ronaldo y 'Lio' Messi, ‘el Tuma’ Martínez lo fue de Roberto Baggio y Francesco Totti, Wanchope de Frank Lampard y George Weah, etc, hace 83 años Enrique Madriz y Mario Varela también tuvieron la enorme fortuna de compartir camerino en Cuba con el ídolo y orgullo de todo un país, como lo fue el caso de Roberto ‘el Flaco’ Meléndez, figura histórica de Colombia y en cuyo honor lleva su nombre el estadio en el que ‘Lucho’ Díaz le regaló dos goles a su padre recién liberado…

Brumoso y florense fueron compañeros de histórico futbolista colombiano. Instantes previos a disputar un encuentro del equipo cubano Deportivo Hispano en 1940, posan para la fotografía -en el orden usual- los jugadores ticos Mario ‘Varelón’ Varela y Enrique Madriz, el ecuatoriano Marino Alcívar y el ídolo colombiano Roberto ‘el Flaco’ Meléndez. (Tomado de Diario de la Marina).

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*El autor es historiador de fútbol costarricense y responsable de la página de Facebook Gol de Camerino; pronto estará publicando el libro Nuestros primeros legionarios. Futbolistas ticos en el mundo 1875-1990.

** Agradecimiento al historiador cubano don Alfonso Moncada por su aporte para este artículo.