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Pasar, en 12 meses, de jugar en la Premier League de Inglaterra, la liga de fútbol más competitiva del mundo, a quedar relegado en la tercera división del fútbol inglés. Uno de los clubes británicos más emblemáticos padeció dicha humillación. Esta es la historia del Sunderland, el club más renombrado del noreste de Inglaterra y en donde milita el costarricense Bryan Oviedo.  

El pasado 14 de diciembre, la plataforma de streaming Netflix lanzó "Sunderland 'Till I die", una serie repartida en ocho capítulos que narra el trasegar de los "Gatos Negros" en su primera temporada en el segundo escalón del balompié inglés. En el verano de 2017, luego del descenso, el dueño del equipo, Ellis Short, acordó con la compañía Fulwell 73 grabar el detrás de escenas del día a día del club con el fin de conseguir potenciales inversionistas para el futuro. 

Lo que nadie esperaba era que la serie terminaría siendo el fatídico relato de la debacle del Sunderland a la tercera división del fútbol inglés. Allí, Short, incluso, quedó retratado sin dar una palabra luego de dar un paso al costado tras los malos resultados. Como dato curioso, el entrenador Chris Coleman nunca estuvo de acuerdo con que se grabara la intimidad del equipo, pero tuvo que acatar las órdenes de los directivos. Eso sí, no permitió que se documentaran las conversaciones en el vestuario. 

El diario Clarín de Argentina presentó la siguiente nota en referente a este documental y en la foto principal aparece el costarricense Bryan Oviedo. 

Una cámara encendida con micrófonos abiertos recorre sin objeciones las entrañas de un club de fútbol. Todo se puede ver. Todo se puede saber. Todo. Absolutamente todo. Parece imposible en un fútbol que se transformó en el culto al secretismo, con la mayoría de los protagonistas escondiendo para intentar sacar una ventaja que, como está probado, no sirve de mucho en tiempos en los que reina la indiscreción potenciada por las redes sociales. 

Parece imposible. Pero es posible. En la serie documental Sunderland 'Til I Die (De Sunderland hasta la muerte), que forma parte de la cartelera de Netflix desde mediados de diciembre pasado, todo se ve. En ocho capítulos, que no exceden los 50 minutos cada uno, se vive desde adentro todo lo que pasó en el centenario club del noreste de Inglaterra en la temporada 2017-2018. 

Es inevitable caer en el siempre condenable spoiler -puede dejar de leer acá e irse sin escalas a ver el streaming de la N roja antes de que algún otro le cuente el final-, pero en este caso hace a la cuestión. La idea era retratar la reconstrucción de Sunderland luego del descenso desde la Premier League al Championship, el torneo de ascenso que hoy tiene al Leeds United de Marcelo Bielsa como uno de los animadores. Pero la aventura terminó mal. Muy mal. El equipo hizo una campaña desastrosa y terminó sin escalas en la League One, la tercera categoría del fútbol inglés. El giro inesperado no hace más que agregarle ingredientes aún más dramáticos a la historia.

Es que todo queda registrado por la productora Fulwell 73 -nombrada así en honor al último gran éxito del Sunderland en la FA Cup, hace ya 46 años-. La compañía, que en un principio quiso convertirse en la principal accionista del club, terminó negociando con el entonces dueño, el estadounidense Ellis Short, la posibilidad de seguir la campaña de la temporada 2017-2018. El objetivo, según trascendió, era mostrar el potencial del club, su imponente Estadio de las Luces y su centro de formación para empujar una futura venta de la mano del esperado regreso a la Premier League.

Pero eso no sucedió. Lo que quedó en evidencia fue la lenta retirada del bueno de Short, empresario financiero dedicado al mercado inmobiliario, que apenas comenzada la temporada se mostró decidido a no poner una libra más en el fútbol. También se observan los malabares poco logrados de un gerente deportivo para tratar de reforzar un plantel golpeado. Las malas decisiones de los entrenadores -sí, hay dos y ninguno quedó conforme con lo que muestra la historia-. La intimidad y los desbandes de los futbolistas, con escándalos incluidos. El humor cambiante de los hinchas y de los abonados. Y también lo compleja de jugar que es la hipercompetitiva segunda división del fútbol inglés, esa que muchos están descubriendo a través de la nueva aventura del Loco Bielsa. Una liga también imposible, con 46 fechas de duración, dos ascensos directos, un repechaje y tres descensos.

Se ve todo en Sunderland 'Til I Die. Y cuando se dice todo no se miente: sólo hay algunos contados momentos en los que los protagonistas reclaman intimidad. Lo hacen entender con pedidos amables y también a los puñetazos. Más tarde se supo que Simon Grayson, el DT que ostenta el récord de haber sido el de menor duración en los casi 140 años de historia del club, no quedó nada contento por cómo quedó retratado por el documental. También se supo que Chris Coleman, su sucesor, que venía de una exitosa campaña al frente del seleccionado de Gales de Gareth Bale y que ahora entrena a Javier Mascherano en el Hebei chino, no estuvo muy de acuerdo con la idea de que todo se mostrara. Y tampoco le debe haber agradado cuando uno de sus dirigidos cuestiona sin pelos en la lengua su tibio modo de conducción.

Como argumento de fondo se ve cómo chocan la pasión de los fanáticos y de una comunidad (Sunderland tiene 177 mil habitantes y casi todos son hinchas del club) con el negocio de las sociedades anónimas deportivas. Algo que se vive a diario en Europa y que todavía tiene forma embrionaria por estas tierras, más allá de que hay clubes que de modo subterráneo son manejados por representantes o por dirigentes que sólo piensan en hacer la diferencia a costa de la economía de la institución que dicen amar. La relación allá es mucho más sincera. Aunque igual de cruel.

En este caso, los hinchas de Sunderland conviven con la desesperanza de ver cómo el club se va deshilachando a medida que el patrón se aburre y decide cortar súbitamente el flujo de efectivo. Y también se ve cómo Short da las hurras con el equipo ya descendido -sólo le faltó el helicóptero- y se apura la llegada de otro grupo inversor que entre sus principales accionistas tiene a Juan Sartori, un joven empresario que más tarde, en diciembre pasado, lanzó su candidatura para ser presidente de Uruguay.

El último spoiler: Sunderland marcha tercero en la League One, a dos puntos del Luton, que se ubica segundo en la tabla y se está quedando con uno de los dos tickets directos para ascender al Championship. Tiene dos partidos menos. Y su figura es Joshua Erowoli Orisunmibare Oluwaseun Maja, de apenas 20 años, que tiene sus cinco minutos de gloria en Sunderland 'Til I Die. Allí protagoniza un debut estelar: entra y mete un gol salvador.

La historia, está claro, termina mal. Pero muestra otro fútbol posible en un fútbol ya imposible. Lejos de ese sobrevalorado secretismo, con manos tapando labios e informaciones inútiles guardadas bajo siete mil llaves. 

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