Golpe de realidad para el todopoderoso Manchester United de Cristiano Ronaldo. Los 'red devils' cosecharon su primera derrota de la temporada y además dejaron una mala imagen en casa tras caer 0-1 frente al Aston Villa.
El dominio en los primeros compases del encuentro recayó sobre los anfitriones. Sin embargo, se mostraron bastante imprecisos en ataque y no consiguieron encontrar la oportunidad en una buena defensa de los 'villanos'.
Cristiano lo intentó desde larga distancia, pero la ocasión más peligrosa se fue para el rival. Targett envió fuera el pase al segundo palo de su compañero Cash, que no se pudo creer lo que perdonó su equipo.
Uno de los más activos del cuadro del Solskjaer fue Greenwood. El joven atacante llevó la iniciativa en ataque y fue el que más peligro ocasionó con su velocidad y vertiginosidad por las bandas. No obstante, en muchas ocasiones pecó de individualismo.
Poco a poco, el Aston Villa fue creyéndoselo y empezó a 'soltarse la melena'. Tal fue así que De Gea tuvo que realizar algunas intervenciones de mérito para evitar el 0-1. La zaga 'red devil' estuvo bastante imprecisa e incluso pudo meter en más de un lío importante a su portero.
La primera mitad tocó a su fin con el empate sin goles. El United se vio dominador del choque, aunque no transmitió esa seguridad de otras veces. No estuvo muy equivocado aquel aficionado que pensase que podrían comenzar perdiendo.
El segundo acto dejó la consolidación absoluta de que los 'villanos' no se iban a conformar con el empate. Y así fue, ya que con soltura y atrevimiento se lanzaron a por el gol.
Aunque no estuvieron especialmente finos sus delanteros, Watkins dejó varios destellos de su calidad sobre el terreno de juego de Old Trafford. Pero eso no fue lo que acabó dando la victoria al Aston Villa, sino el pensamiento global de creérselo, de luchar hasta el final y de vaciarse sobre el césped.
Todo esto, unido al circo que fue la defensa del United durante gran parte del encuentro, comenzó a dejar muchas dudas en la cabeza de Solskjaer. Sin embargo, el partido se convirtió en un auténtico correcalles y, todo sea dicho, cualquiera pudo adelantarse en el electrónico.
Pero si perdonas, perdonas y perdonas, lo acabas pagando. El Aston Villa comenzó a encerrar a los 'red devils' y si no llega a ser por su falta de puntería, otro gallo hubiera cantado antes del apoteósico final.
Restaban menos de dos minutos para llegar al tiempo reglamentario y fue entonces cuando se hizo justicia en Old Trafford. Hause se adelantó a su par y cabeceó al primer palo el tanto que, a priori, sería el de la victoria.
Pero como si de una auténtica película de suspense se tratara, el United dispuso de la oportunidad de no hacer el ridículo y salvar, al menos, un punto. Bruno Fernandes tuvo en sus botas el tanto del empate, ya que en el tiempo añadido, el colegiado señaló penalti por mano.
Sin embargo, en este partido tenía que ganar la fe, el ahínco y las ganas que puso sobre el terreno de juego el equipo que finalmente se llevó los tres puntos. El luso mandó a las nubes la pena máxima e inmediatamente una sonrisa de oreja a oreja brotó en los visitantes.
El colegiado pitó el final de las hostilidades y puso fin a un encuentro donde el pez chico se comió al grande. Mucho que mejorar en el United si quieren competir de tú a tú con los grandes de la Premier League.
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