El Manchester City se llevó este sábado la batalla de Stambord Bridge 0-1 y se tomó la revancha de la última final de la Champions League. El equipo de Guardiola logró derribar el muro levantado por el Chelsea gracias a un tanto de Gabriel Jesus.
Todo le salió bien a un City que se fue comiendo poco a poco al Chelsea. El campeón de Europa se encontró más atado de pies y manos que libre sobre el césped de su propia casa. Poco a poco, los 'citizens' fueron ganando terreno.
Tuvo que hacer el City un verdadero ejercició de empuje durante casi una hora para poder derribar lo que fue un muro. La defensa del Chelsea estuvo muy fuerte hasta que a Gabriel Jesus se le abrió una puerta que aprovechó como nadie. El delantero se giró entre tres rivales en el interior del área y, ayudado de un rebote, batió a Mendy por el poste derecho con un disparo que no fue nada fuerte.
Pero antes, en la primera mitad, Reece James tuvo que irse lesionado con molestias en el tobillo. Lo mejor de la fiesta lo dejaron para el segundo baile.
Con la misma intensidad comenzó el segundo tiempo. En el minuto 53 derribó la puerta el City y a partir de ahí el partido se convirtió en un bonito duelo de fuerzas distintas. Mendy salvó a los de Tuchel en dos ocasiones con dos paradas de nota. El meta evitó un golazo de Grealish al meter los dedos en un disparo raso que se colaba dentro.
Cuando se cumplió la hora, Havertz le regaló el empate a Lukaku, aunque la jugada quedó invalidada por el fuera de juego del alemán. Al Chelsea le tocó sufrir y Laporte también tuvo su oportunidad, de no ser porque el remate con la puntera de la bota se perdió por centímetros.
El Chelsea acabó con cero disparos a puerta y el City pudo imponer su ley con, por otro lado, un Kevin De Bruyne que se salió en su primera titularidad.
Ambos equipos quedaron con 13 puntos en la parte alta de la tabla.
