Bibiana Steinhaus, primera árbitra de la historia de la Bundesliga, tuvo la despedida del fútbol que merecía y se encargó de dirigir la final de la Supercopa alemana que ganaría el Bayern al Borussia Dortmund (3-2). Una final que no se pudo ver en Irán, ya que, la principal televisión del país canceló la retransmisión del choque. ¿La razón? Que Bibiana, una mujer, fue la encargada de arbitrarlo.
No es la primera vez que algo así ocurre. En febrero del pasado año, la prensa alemana se hacía eco otra cancelación de última hora, la del partido entre el Bayern de Múnich y el Augsburgo que también dirigía Steinhaus. "Cancelado en el último momento. Sin transmisión del Bayern-Ausburgo en la televisión de Irán (…) Bibiana Steinhaus es una mujer y viste pantalones cortos. Se supone que uno no ve esas cosas en la televisión estatal iraní", rezaba el tweet de Natalie Amiri, corresponsal del medio alemán 'ARD'.
La televisión pública iraní está controlada por el sector más conservador de la República Islámica, cuyo estricto código de vestimenta obliga a las mujeres a cubrirse. Por tanto, los pantalones de fútbol estarían vetados para el sector femenino. Tiempo atrás, según contaba 'Deutsche Welle' en su día, en otro partido arbitrado por nuestra protagonista, llegaron a aprovechar el retraso de la imagen para intercalar imágenes del público cada vez que Steinhaus fuese a aparecer en pantalla.
Retirada
De esta manera, los aficionados iraníes se quedaron sin ver tanto la final como el último partido de la exitosa carrera de una Steinhaus que ha sido pionera en su país. El Bild le dedica un artículo de opinión a modo de despedida titulado "El fútbol necesita más mujeres como Bibi", en el que destaca su lucha para llegar a la élite a pesar de ser la mejor colegiada de la segunda división alemana.
Desde su debut en la Bundesliga en 2017, ha dirigido 23 partidos, en los que no ha mostrado una sola tarjeta roja, demostrando su carácter dialogante, muy del agrado de los futbolistas. La policía, que también participó en tres Mundiales y otras tantas Eurocopas femeninas, cuelga el silbato a sus 41 años sin dar explicaciones, de momento: "Explicaré las razones de mi decisión más adelante".
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