Con el fin de generar mayor atracción y competitividad, un total de 12 clubes de renombre en el continente se unieron para crear este moderno torneo, en paralelo a la UEFA y la FIFA, el que fracasó de inmediato, por la baja de la mayoría de los equipos, ante la presión de sus fanáticos, el sector político y los órganos rectores.
Desde entonces, el proyecto se vio estancado hasta octubre de este año. Real Madrid, Barcelona y Juventus, parte de las instituciones madre de la competencia, permanecieron firmes en su interés por avanzar en el plan, frente a una fuerte oposición de los principales organismos de la región y a nivel internacional.
Como era de esperarse, entre los idas y vueltas de la discusión, este tema fue llevado a la Justicia, la que le dio un duro revés a la planificación del moderno certamen, luego de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea publicara este jueves una opinión en su contra.
El abogado general del TJUE, Athanasios Rantos, respondió a una solicitud del Juzgado de lo Mercantil de Madrid, pronunciándose sobre si la FIFA y la UEFA tendrían derecho a actuar de conformidad con el derecho del torneo y las libertades fundamentales.
De parte de los principales directivos de la Superliga Europea argumentaron que tales acciones deben considerarse anticompetitivas e incompatibles con la ley de competencia de la UE.
En su dictamen, que no es vinculante y será seguido por una sentencia judicial, a informarse para el próximo año, el licenciado dijo: "Si bien la Superliga es libre de establecer su propia competencia de fútbol independiente, fuera del ecosistema de la UEFA y la FIFA, no puede, sin embargo, en paralelo a la creación de dicha competición, continuar participando en las competiciones de fútbol organizadas por la FIFA y la UEFA sin la autorización previa de dichas federaciones".
La FIFA y la UEFA habían advertido que los jugadores y clubes que participaran en la liga disidente serían excluidos de sus propias competiciones. Esto fue uno de los causantes de que seis clubes de la Premier League y tres de La Liga y la Serie A hagan un replanteamiento y les bajaran el pulgar a sus participaciones.
La opinión de Rantos señaló que las federaciones y ligas doméstica podrían amenazar con sanciones a los equipos que participen en competiciones "lo que podría socavar los objetivos legítimamente perseguidos por las federaciones de las que son miembros".
La UEFA, en respuesta, expresó: "La UEFA acoge la opinión inequívoca de hoy, que recomienda un fallo del TJUE en apoyo de nuestra misión central de gobernar el fútbol europeo, proteger la pirámide y desarrollar el juego en toda Europa".
Y sentenció: "Es un paso alentador hacia la preservación de la actual estructura de gobierno dinámico y democrático de la pirámide del fútbol europeo. El fútbol en Europa permanece unido y firmemente opuesto a la Superliga, o cualquier propuesta disidente, que amenazaría a todo el ecosistema deportivo europeo".