La anotaciones fueron de Álvaro Morata al 62' para los españoles y Niclas Füllkrug en el 83' para los teutones.
Luis Enrique había anunciado cambios, pero a la hora de la verdad apostó por el mismo equipo que había goleado a Costa Rica (7-0), con la excepción de Carvajal por Azpilicueta.
Olmo empezó como falso nueve, pero a las primeras de cambio se escoró a la banda izquierda para dejar el carril central a Asensio. Ferran intentó perforar por la derecha. No hubo cambios en la medular, siempre en manos del trío azulgrana, Busquets, Pedri y Gavi.
Al equipo le costó trenzar juego, ahogado por la presión alemana. Con Musiala, Gundogan y Gnabry en la línea de media punta, y sobre todo con Müller incordiando a los defensas, la selección española tuvo problemas para jugar con la fluidez que encontró en su primer partido.
Pese a todo, Olmo dio el primer aviso en el minuto 7, cuando conectó un extraordinario disparo que estuvo a punto de convertirse en gol. Lo desvió como buenamente pudo Neuer y el balón es estrelló en el larguero.
Gnabry respondió poco después, en una acción invalidada por fuera de juego pero que sirvió para poner a prueba a Unai Simón: prácticamente inédito durante los 90 minutos ante Costa Rica, el portero salió a los pies del delantero alemán, en su primera intervención importante del torneo, fundamental para ganar confianza.
España se encomendó nuevamente al talento creativo de Pedri y a la garra de Gavi. No tanto a la profundidad de los laterales, porque ni Carvajal ni Alba pudieron progresar demasiado, bien frenados por Gnabry y Musiala, respectivamente, jugadores demasiado peligrosos como para darles un metro.
Pese a todo, Alba encontró espacio, ya en el ecuador de la primera parte, para progresar, recortar y disparar a puerta: su remate se fue desviado, en la base del poste derecho de Neuer, pero al menos España demostraba que podía llegar con solvencia a las inmediaciones del área rival.
Alemania, necesitada tras su inesperado tropiezo ante Japón, se metió en el partido con seriedad desde el primer minuto. No es una selección rebosante de talento, pero suele ser fiable, poco dada a los despistes, y contundente en los duelos individuales.
España entró en una fase de dudas a partir del minuto 30: Rodri y Laporte, excelentes en la marca, se empeñaron en sacar el balón jugado siempre al toque y Alemania olió la sangre. Le entraron las dudas a la zaga española, siempre alérgica los balones largos, incluso Unai Simón pareció dudar a la hora de despejar con los pies.
El gran susto llegó en el minuto 39, cuando Rüdiger remató de cabeza a gol una falta lateral. Lo celebró a lo grande el jugador del Real Madrid, ávida como está Alemania de triunfos, pero el VAR intervino para anular el gol por milímetros, en un fuera de juego imperceptible al ojo humano.
Respiró aliviada España, que alcanzó la orilla del descanso con madurez, adueñándose del balón para neutralizar el empuje de Alemania. Gavi, el pulmón del equipo, peleó a muerte cada balón y permitió al equipo ganar metros y cerrar la primera parte en el área de Neuer, antes de que ambos equipos firmasen tablas provisionales y enfilasen el túnel de vestuarios.
En la reanudación, Alemania mantuvo la presión. Reaccionó pronto Luis Enrique, introduciendo en el campo a Morata en lugar de Ferran Torres, en busca de un punto más físico en campo rival.
España parecía condenada a perder el cuerpo a cuerpo. Y por si no fuera suficiente, la selección se complicó la vida más de la cuenta en la salida de balón, dejando a Kimmich solo ante Unai Simón frente a la grada ocupada por los alemanes, que ya cantaban gol cuando Unai Simón sacó una mano salvadora.
Necesitaba aire España, ahogada por la exigencia física alemana. Parecía que a la selección se le iba a hacer largo el partido cuando un chispazo de Morata iluminó el estadio de Al Bayt. Recién ingresado al campo, leyó muy bien el movimiento de Alba por la izquierda, adelantó como un rayo a Süle y conectó un remate implacable, al primer palo de Neuer, para gritar gol.
A punto estuvo poco después Asensio de firmar el segundo, con una extraordinaria llegada de segunda línea, pero se precipitó en el remate y su balón se fue por encima del larguero.
Con ventaja en el marcador, Luis Enrique aprovechó para refrescar al equipo. Entraron Nico Williams (por Asensio) y de Koke, en lugar de Gavi.
Casi a la desesperada, Flick apostó por un triple cambio. Con 20 minutos por delante, Alemania agonizaba. Saltaron al campo Klostermann, Sané y Füllkrug. Musiala pescó un balón suelto en el área que Unai rechazó como un portero de balonmano, frustrando nuevamente a los alemanes.
Agotado, Alba dejó su sitio a Balde poco después. Alemania pareció aprovechar ese minuto de desconcierto entre la salida de uno y la entrada de otro; y Musiala se filtró por la banda derecha del ataque, para dejar un balón a la incorporación de Füllkrug. El alemán remató contundente, a pocos metros de Unai, que no pudo detener el balón. Fue un gol salvador para Alemania, y frustrante para una España que ya se veía oficiosamente en los octavos de final. Ya en el descuento, un contragolpe de Sané metió el miedo en el cuerpo a España, pero Rodri acudió fiable al rescate, sobre la línea de gol.
España acabó firmando el empate: aprendió la lección del Mundial, un torneo que no permite despistes ni frivolidades, y que obliga a desplegar todo tipo de registros. Hay partidos para brillar y partidos para sufrir. Conviene saber moverse en todos los terrenos,
El resultado deja a España al frente del grupo, con cuatro puntos, y a un paso de la clasificación para los octavos.
ALINEACIONES
España: 23- Unai Simón, 20- Dani Carvajal, 16- Rodri, 24- Aymeric Laporte, 18- Jordi Alba, 5- Sergio Busquets, 9- Gavi, 26- Pedri, 21- Dani Olmo, 11- Ferran Torres, 10- Marco Asensio.
Alemania: 1- Manuel Neuer, 15- Niklas Süle, 5- Thilo Kehrer, 2- Antonio Rüdiger, 3- David Raum, 6- Joshua Kimmich, 21- Ilkay Gündogan, 8- Leon Goretzka, 10- Serge Gnabry, 14- Jamal Musiala, 13- Thomas Müller.
GOLES
1-0 Álvaro Morata en el 61'
1-1 Niclas Füllkrug con un portente remate al 83'
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