El gobierno de Daniel Ortega decidió días atrás deshacer los lazos diplomáticos con Taiwán e iniciar relaciones con el Gobierno de China.
Según un comunicado emitido por la Procuraduría General de la República, el reconocimiento de China y el restablecimiento de relaciones del 9 de diciembre “implica el inmediato registro de todos los bienes inmuebles, equipos y medios a favor” del gigante asiático.
Por su parte, ayer lunes, el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán condenó al gobierno nicaragüense por la decisión arbitraria.
“El Gobierno de Taiwán condena además la obstrucción arbitraria por parte del Gobierno de Nicaragua de la venta simbólica de su propiedad a la Iglesia Católica en Nicaragua y el anuncio de su ocupación el 27 de diciembre”, señaló.
El anunció se da después que el Gobierno de Daniel Ortega prohibiera el domingo la donación del edificio que ocupó la embajada de Taiwán en residencial Altamira de Managua, así como otras propiedades y vehículos que fueron ofrecidos a la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
“De acuerdo a nuestra legislación, no caben transacciones, traslados o traspaso (entre estas, supuestas donaciones), cuya intención, solo evidencia la naturaleza ilegal y voraz, de quienes pretenden con maniobras y subterfugios, apropiarse de lo ajeno”, detalla el Ministerio de Gobernación (Mingob) nicaragüense mediante un comunicado.
El vicario general de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Carlos Avilés confirmó a la Voz de América la decisión de Taiwán y solo se ultimarían los trámites legales de la “donación del inmueble”, sin embargo, se desconoce si se insistirá en dicho proceso tras la reacción del gobierno, cuyas relaciones con la Iglesia se han deteriorado desde la crisis del 2018.
Tanto la misión diplomática de Taiwán en Nicaragua, como la de Managua en Taipéi tenían como fecha límite el 23 de diciembre para cerrar sus puertas.
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