Cuando acabó el partido ante Herediano por la Final de la Segunda Fase, Figueroa debía presentarse al control, sin embargo en ese momento recibió una llamada donde le informaban sobre la supuesta muerte de un familiar. Eso hizo que no se le realizara la prueba. Sin embargo, días después se mencionó en la prensa hondureña que ningún familiar del futbolista había fallecido.
Ahora la Comisión Antidopaje está tras la versión del jugador para que se aclare el tema. De no presentar una prueba contundente, el caso podría pasar a manos del Tribunal Disciplinario.
El jugador no se anduvo con rodeos y relató que vivió una pesadilla junto a su familia por una serie de amenazas de las que no puede hablar mucho.
“Estoy triste y adolorido por estar pasando esto en una época bonita. Me siento muy mal por todo lo que se ha venido diciendo en la prensa y donde nadie sabe en verdad cómo están las cosas a profundidad. Lo que yo estoy pasando ahorita es una situación complicada que no a cualquier persona le gustaría estar pasando, he tenido miedo de hablar porque es una situación bien difícil ya que el riesgo lo corre mi familia y yo, es algo muy delicado”, inició contando
“Yo quiero aclarar la situación porque nadie sabe lo que he estado pasando, por seguridad de mi familia y mi seguridad yo no había salido a hablar. Con todo lo que se ha dicho en la prensa yo salgo a hablar, estoy en una situación donde estoy por dejar todo porque mi familia es la que está es riesgo. Al salir del partido mi esposa recibió una llamada de mi casa, llamadas que no puedo contar lo que decían, es delicado. Yo decidí venir a arreglar todo a mi país después del partido, todo se me fue de las manos y tuve que tomarme más días para arreglar la situación, pero no fue suficiente”
“Cuando yo regreso a Costa Rica iba con la idea de jugar los dos partidos de la final pero emocionalmente yo estaba muerto. Yo hablé con el equipo y les dije que mi familia recibió llamadas con amenazas, tomé la decisión de venir a Honduras y reunir a mi familia. Hablé con el equipo y quiero aclarar que no me echan por lo que se ha dicho, fue un acuerdo mutuo ya que yo tenía que venirme y ver qué hago con ellos. Yo iba a jugar los dos partidos y en esa semana empezaron las llamadas”.
“Me gustaría explicarte bien a fondo pero no puedo. Se están enfocando más en por qué no hice la prueba doping cuando hay una situación delicada. Ahorita lo más importante es la seguridad de mi familia, espero en Dios arreglar esto”.
“Todo se me fue de las manos y por eso me tuve que tomar más días. Lo de mi abuela fue un malentendido en un momento donde yo no podía sacar a la luz toda la verdad por la situación complicada que estoy pasando. Ella está bien gracias a Dios y solo puedo decir que todo lo que estoy pasando no lo puedo ventilar por seguridad”, relató el jugador al rotativo hondureño.
Ahora el tema podría tomar un rumbo distinto si es que puede probar lo que atraviesa su familia.
El futbolista ya no forma parte de Liga Deportiva Alajuelense.