Aquí la nota titulada: "Azofeifa y Granados, un candado forjado en el Herediano"
Había muchas decisiones por tomar y poco tiempo para pensarlas. Costa Rica venció por la mínima a Haití, pero a sus primeros tres puntos en el clasificatorio de la CONCACAF rumbo a la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™ les acompañó una mala noticia: Celso Borges y Johan Venegas, habituales centrocampistas del equipo tico, estaban lesionados. 96 horas después, había que visitar a la siempre difícil Panamá...
Entonces el seleccionador Óscar Ramírez revisó la nómina y no lo dudó. Habló con Rándall Azofeifa y Esteban Granados y les confió la responsabilidad de la mitad de la cancha. Costa Rica venció a Panamá, mantuvo el paso invicto y las ausencias no rompieron la buena inercia. FIFA.com habló en exclusiva con ambos.
Grato entendimiento de tiempo atrás
La solución se antojaba lógica. Desde hace ocho meses Azofeifa y Granados son el sostén de un Herediano que acecha los primeros puestos de la competición local. “No tenemos mucho tiempo jugando juntos, pero hemos sabido complementarnos bien rápido, e incluso afuera de la cancha somos amigos. Casualmente en esta concentración nos tocó compartir la habitación y hablábamos mucho. Nos entendemos fuera del terreno de juego y eso ayuda”, apunta Rándall, que con 30 años y 8 temporadas en Bélgica y Turquía aporta experiencia europea.
Su compañero se mete en cuestiones tácticas. “Como contenciones nos pidió tener bastante balance a la hora de que Panamá se nos fuera encima. Los dos cumplimos una función de equilibrio. Azofeifa está un poco más posicionado a la hora de atacar y yo soy más ofensivo. Él es un líder en la media cancha con toda la experiencia que tiene”, agrega Granados, quien también tiene 30 años pero jamás ha salido de su país en sus 12 temporadas como profesional.
En Panamá, si Granados se desprendía al ataque, Azofeifa le cuidaba la espalda. "Una vez en Herediano nos fuimos los dos al ataque, perdimos la pelota y nos marcaron. Entonces nos prometimos nunca más cometer ese error", explica Rándall sin perder la seriedad que lo caracteriza, según apunta Esteban.
Ni más ni menos, la armonía de cada semana en el Herediano pero con los colores de la camiseta nacional, casaca que, vale aclarar, ambos ya vistieron en una Copa Mundial de la FIFA cada uno, aunque por separado.
“La verdad es que no nos imaginábamos estar juntos en la selección, pero uno trabaja para eso, para estar siempre”, explica Azofeifa, quien tenía 20 años cuando jugó un minuto contra la anfitriona en Alemania 2006. “Era impensable, pero gracias a Dios se nos dio jugar juntos acá al mismo tiempo", complementa Granados, integrante del plantel que hizo historia en Brasil 2014.
Sin que pesaran los ausentes
El reloj avanzó y en la segunda mitad llegaron los goles. Bryan Ruiz y Marcos Ureña anotaron para los visitantes. Luis Tejada, a veinte minutos de la conclusión, descontó. Entonces los Ticos, con seis ausencias de habituales, tuvieron que resistir una y otra vez los embates rivales. Al final, Azofeifa y Granados hicieron lo suyo y Costa Rica se llevó una valiosísima victoria a casa.
Su buena actuación y el reconocimiento generalizado los motiva a seguir trabajando, a luchar por un lugar en la nómina titular. “Aquí se demuestra que estamos para competir en alto nivel. Que si entramos con mucha determinación podemos ayudar a la selección, que estamos en el camino correcto y quedamos contentos porque sabemos que se dio un paso más hacia lo que queremos”, analiza Azofeifa.
“Las sensaciones son bastante positivas después del duro partido que tuvimos contra Panamá. En general toda la selección jugó bien. Había bastantes bajas y nos tocó a nosotros, demuestra que estamos preparados en cualquier momento y estamos ahí a disposición del cuerpo técnico; estamos en un equipo donde cualquiera que juegue tiene que estar listo para cuando se necesite de él”, apunta Granados.
A pesar de lo importante que les resultó participar de la victoria, ambos mantienen los pies en la tierra. Pues aunque Costa Rica marcha en el primer lugar del Grupo B y el entrenador Óscar Ramírez puede respirar aliviado después de haber encontrado una muy válida alternativa en el mediocampo, el camino por recorrer hacia Rusia es muy largo. “Empezar con el pie derecho nos ilusiona todavía más. Obviamente entendiendo que el trabajo va a ser difícil, y que de momento no hemos ganado nada. Pero se dieron pasos importantes y firmes. Queremos participar en otro Mundial”, concluye Azofeifa.