
El próximo rival de Liga Deportiva Alajuelense llega a la antesala del cierre del torneo en plena tormenta interna.
En el camerino de San Carlos la preocupación ya se convirtió en alarma: los jugadores aseguran que no reciben salario desde hace dos meses, y varios afirman estar desesperados porque ya están enfrentando necesidades básicas.
Fin de mes llegó con la expectativa de un acuerdo cumplido, pero a lo interno del vestuario norteño aseguran que el pago nunca llegó. La situación tensó aún más un ambiente ya frágil.
Huelga confirmada
Ante el incumplimiento, los futbolistas —dirigidos por Wálter Centeno— tomaron una decisión drástica: declararse nuevamente en huelga.
Un jugador confirmó este martes por la mañana a La Nación que el equipo no entrenará hasta que el dinero esté depositado en sus cuentas.
La postura es firme: No hay pago, no hay entrenamientos. Y, si la situación continúa, no habrá partido.
Riesgo de no jugar ante Alajuelense
El escenario más crítico ya está sobre la mesa: los jugadores amenazan con no presentarse al último partido de la fase regular, programado para este sábado 6 de diciembre a las 8 p. m. ante Alajuelense.
Ese plantón sería un golpe devastador para San Carlos, que actualmente ocupa el último lugar de la tabla y se jugará su permanencia en Primera División el próximo semestre.
De no presentarse, el club quedaría marcado con un asterisco reglamentario que podría condenarlo aún más: en caso de empate en puntos, automáticamente quedarían de últimos.
“Esto no es sostenible”, alerta la dirigencia
La crisis ha tocado la puerta de la administración. El presidente de San Carlos , Luis Carlos Chacón ya admitió que la situación es insostenible y que urge un cambio inmediato si el club quiere sobrevivir.
El panorama es delicado: entre salarios sin pagar, huelgas, presión deportiva y la amenaza de un abandono de partido, San Carlos llega a la fecha final con más incertidumbre que certezas.
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