Como el futbol dispara mentiras, salí a buscar una nueva: ¿Cómo se detecta si un jugador es bueno o malo?
Cuando vemos a los jugadores quitarse la camiseta y en su torso aparece un chaleco, parecido a un antibalas, donde llevan el GPS, que controla la parte física del futbolista, nos imaginamos el test perfecto que dirá si un jugador es bueno o malo.
Pero no. Lo que mide es cuántos kilómetros recorre en un partido? ¿Cuáles son los jugadores que más corren? ¿Cuáles los que más esprintean? ¿En cuáles zonas de la cancha se mueven? El GPS mide todo eso, pero no indica cuántos minutos tiene contacto con el balón un jugador de futbol en un partido.
La respuesta es asombrosa: De dos a tres minutos. Parece muy poco tiempo, pero no lo es. Si un jugador recibe un pase, recepciona y hace otro pase, consume un poco más de un segundo. Si conduce el balón en alguna zona que el rival se lo permite, y luego se desprende de la pelota ocupa quizás tres o cuatro segundos. Si realiza un remate, centro al área, o cabezazo, en cada acción consume menos de un segundo.
En un partido un jugador le hace, aproximadamente al balón, entre 40 a 50 toques, tal vez menos, incluyendo cualquier parte del cuerpo con que se puede golpear la bola. En estas acciones se incluye el uno contra uno, jugadas de pared, regates, túneles, sombreritos, remates a marco, cambios de juego, despejes, tiros de esquina y cualquier otra jugada que se invente. Si se suman los segundos y milésimas de segundo en cada acción, no llega a los tres minutos de juego en un partido.
La pregunta entonces es: ¿qué hace el futbolista en los restantes 92 minutos? Caminar, correr, esprintear? ¿Es entonces un buen jugador el que más corre?
Para detectar si el jugador es talentoso y tiene capacidad, es importante fijarse en lo que realiza en esos dos o tres minutos. Además mirar los movimientos que hace sin balón. ¿Cómo ocupa las zonas libres? ¿Cuándo y cómo hace una ruptura de líneas? Si escanea lo que sucede a su alrededor y no solo se dedica a correr como un galgo sin ningún sentido.
Según un estudio en la parte física del Journal of Sports Science, los medio campistas son los que más corren y los del alto nivel lo hacen hasta unos 13 kilómetros. Los laterales son los que realizan más sprints, pero tienen menos impacto en el partido porque no están involucrados en todas las jugadas. Y los que menos corren son los defensas centrales y por supuesto los porteros.
Así entendemos, porqué los entrenadores buscan reducir espacios, con presión alta, y de esa manera los jugadores tengan un desgaste físico menor al recuperar la pelota apenas la pierden.
Los entrenadores, visores, y scouts de jóvenes figuras en Costa Rica, tienen un criterio diferente de selección, ya que buscan jugadores altos, fornidos, que “metan pata”, y que corran como prófugos salidos de un campo de concentración.
Y ojo que los jugadores altos y fornidos en el futbol son muy importantes, pero por lo general no es percibido lo que realizan, y cómo lo realizan, en los 92 minutos cuando no tienen contacto con la pelota.
Para entenderlo mejor: tomar decisiones por un jugador en el partido, sin la pelota, es entender el entorno del juego, comprender cómo eligen en cuestión de milisegundos la mejor decisión.
Acepto, quizás, que es muy denso lo que he tratado de explicar, pero creo que en realidad no usamos esos criterios de cómo encontrar buenos jugadores.
Tal vez, por esa carestía en el criterio de lo que es un buen jugador, se fracasa en las competencias internacionales frente a equipos de Centroamérica.
Muchas jóvenes figuras, que se piensa tienen potencial y salen hacia Europa, la MLS, México o Suramérica, a los pocos meses los regresan al no tener los estándares de calidad necesarios.
¿Quiénes son los que deciden el rumbo del futuro de nuestro futbol? Al final la obstinación de que estamos haciendo las cosas bien, sin que sepamos los criterios del futbol actual, es lo que nos tiene empantanados en una gran mentira.
Nota escrita por Erwin Wino Knohr: *Máster en Comunicación. Lic. en Periodismo. Lic. en Educación Física. Entrenador de futbol y baloncesto