La noche del jueves el equipo del Real Estelí escribió una página gloriosa en su historia al remontar una serie muy complicada frente a Herediano y con un hombre menos.
El 2-2 final dejó a la escuadra pinolera instalada en la final de la Copa Centroamericana.
Edgar Tijerino, periodista nicaragüense de enorme experiencia, realizó su valoración del partido y lo que se le viene ahora al 'Tren' del Norte contra Alajuelense.
Aquí su relato
Es díficil creer que puedan producirse proezas de ese tamaño, como la registrada por el Estelí hoy en Cartago. De pronto, los molinos norteños se convirtieron en gigantes como lo constató Sancho, y con un impactante resurgimiento contra reloj, Estelí empató 2-2 con el Herediano garantizando su avance por segundo año seguido, a la final de la Copa Centroamericana.
Cualquier empate con goles clasificaba al once nica, pero esa esperanza se debilitó enormemente, con las dos heridas provocadas por los goles de Getsel Montes y Marcel Hernández, en los minutos 3 y 29, ambos golpeando el balón con sus cabezas, sacándole provecho a los centros de Elías Aguilar desde la esquina del corner y de Marcel Hernández, enderezando otro centro desde adentro por la derecha, parábola dibujada libre de presión, por Andy Rojas.
Con ese déficit, y el agregado de la expulsión de Vieyra por pérdida de control en el minuto 33, dejando a la tropa de Otoniel con un hombre menos, pensé en apagar la computadora.
¿Cómo abrirse paso hacia una remontada contra tantos factores adversos? Terreno excesivamente pesado por la lluvia, “adornado” por charcos, obvia dificultad en los trazados rasantes, y también por arriba por el “tonelaje” del balón, en sintésis un campo minado para los dos equipos, pero estando atrás 0-2, el paso del tiempo apretaba cada vez más el cuello de los norteños y desfondaba nuestras expectativas, empujándonos hacia la resignación…¿Cómo imaginar en el minuto 85, que el Estelí por el atrevimiento de tirar desde lejos de Ignacio Ochoa, y el estar en el sitio apropiado para un remate casi a quemarropa del mismo mexicano en el alargue ( 90 + 7), por la extensión de los 5 minutos adicionales en vista de un par de atrasos, lograría el empate insospechado luchando dramáticamente contra reloj? No apto para incrédulos.
El disparo largo de Ochoa, que en seco le proporcionaba mejores posibilidades al arquero Walker, consiguió la aceleración de todo balón mojado aunque no sea de cuero como antes, y al picar, lo dejó sin el menor chance aunque se hubiera hecho un trasplante de reflejos de pantera; y el 90+ 7, un montón de cabezas incluyendo la de Churchill tan valorada, buscan una pelota area que es empujada hacia la izquierda, y allí está Ochoa, quien remata violento con derecha sellando el 2-2, que es sometido a revisión entre espeso suspenso. Si vale y no había tiempo para más. Lo considerado imposible, se había logrado. Yo todavía estoy aturdido y admirando la resistencia con 10 y el ímpetu final de un equipo valiente, con fe, pulmones, garra y determinación. Solo así se “fabrican” milagros.
Las proezas no tienen el mismo tamaño, y la concretada esta noche en Cartago por el Estelí en una situación tan desfavorable, es de nivel gigante en el vecindario centroamericano, antes de enfrentar al gran favorito contra cualquier rival como lo es el Alajuelense. El nivel de rendimiento del equipo norteño, también lo ratifica como hueso duro, muy duro, para cualquier adversario. Así que el Alajuela tendrá que estar con sus barbas en remojo.
OCHOA JUEGO SALVADO