Soto, esa multifacética figura, tiene la destreza de interpretar al Presidente, Gerente General, entrenador, Secretario de Actas de la FEDEFUTBOL, miembro de la UNAFUT, y hasta como presidente de la Comisión Técnica de la Federación. Según él, actúa donde el equipo Herediano lo requiera.
Para el partido contra Alajuelense emuló la leyenda del Cid Campeador, que después de su muerte buscó inspirar al ejército en la batalla contra los musulmanes durante el sitio de Valencia en 1099. En este caso Jafet quisó infundir al Herediano la victoria en una estrategia audaz y desesperada que no logró.
Este revés del Herediano es uno de los fracasos más grandes en su historia por la improvisación demostrada a través del torneo.
Abrió la billetera para repatriar jugadores nacionales y reclutar extranjeros, trajo un técnico de México, (Héctor Altamirano), y en este partido contra la Liga llevó al asistente del equipo de Grecia, Jorge Islas, para que asesorara a Jafet desde la gradería. ¿Será que no tienen un competente cuerpo técnico que supliera al técnico Altamirano castigado por el Tribunal Disciplinario?
¿Improvisación, falta de planificación? ¿Equipo de barrio? Son algunos epítetos que describen a este Herediano que regresó a los tiempos de Odir Jacques, amuleto florense, que lo contrataban faltando dos partidos con la virtud que este entrenador lo hacía campeón.
“Algo huele mal en Dinamarca” frase de la obra Hamlet escrita por William Shakespeare, que puede ser una alerta y punto de partida para Herediano que debe cambiar su estructura organizativa. El acaparar el poder daña cualquier organización. Hasta el Imperio Romano se desplomó, y la afición Herediana ni el fútbol nacional lo merece.
Escrito por Erwin Wino Knohr: *Máster en Comunicación. Lic. en Periodismo. Lic. en Educación Física. Entrenador de fútbol y baloncesto