El protagonista fue Berny Ulloa, considerado uno de los mejores árbitros en la historia del balompié tico.
El periodista y estadígrafo Rodrigo Calvo, en su página Buzón de Rodrigo, presentó un artículo en referencia a ese episodio.
Aquí la nota
Hace 42 años, el 25 de abril de 1982, la decisión del árbitro Berny Ulloa de anular un gol de la Asociación Deportiva Limonense ante el Deportivo Saprissa provocó un zafarrancho en los alrededores del estadio Juan Gobán que acabó con 12 personas detenidas, varios heridos y el auto del silbatero incendiado.
El gol anulado en los minutos finales representaba el empate del juego que finalmente ganaron los morados 1-0 (gol de Guillermo Guardia).
Al final del cotejo, la afición invadió la cancha e intentó golpear al silbatero y los jugadores saprissistas, que se refugiaron en el vestuario. En las calles aledañas, identificaron el carro de Ulloa, el cual volcaron, destruyeron y prendieron fuego. Ahí intervino la Guardia Civil, que lanzó gases lacrimógenos contra la multitud.
El desorden se extendió por unos 45 minutos. Por su parte, el trío arbitral y la delegación del Saprissa fueron llevados al final de la tarde al aeropuerto de Limón y de ahí al Aeropuerto Juan Santamaría.
Foto: Diarios La Nación y La República / Biblioteca Nacional