El jugador habló de las agresiones verbales que sufrió de niño que golpearon la autoestima al inicio de su carrera, no tilda a la sociedad tica como racista ni discriminatoria, pero sí considera que se juzga a la gran mayoría de los nicaragüenses que viven en suelo costarricense.
"Tuve personas muy buenas que trataron de hacerme destacar, pero otras que me humillaron, me trataron mal, que todo lo que pasaba con los nicaragüenses en Costa Rica tuve que vivirlo de la manera más fea. Me decían de todo, ‘Nica regalado’, que no venía acá a hacer nada, que no sabía jugar fútbol, me humillaban porque no tuve escuela de fútbol, tuve mucha humillación", declaró Bonilla.
"Eso me afectó mucho, para un niño que va a la escuela y desde sus primeros días lo siente, es algo fuerte, la verdad me apoyé, no sabía lo que iba a pasar conmigo, pero siempre tuve la mentalidad de que a pesar de que me pasara algo, verle el lado positivo de las cosas", agregó.
"Muchos de esos compañeros que me decían: ‘Nica regalado’ ahora me piden cambiar la camisa, imagínese. No le tengo rencor a nadie, le enseñé eso a mis hijas, que no hay nadie lo suficientemente importante para guardarle rencor. Costa Rica es mi casa, amo Nicaragua, mi país está por encima de todo, pero Costa Rica es mi casa. Mis hijas son ticas", recalcó.
Real Estelí jugará ante Alajuelense la final de la Copa Centroamericana. La ida se jugará el martes 28 de noviembre en Nicaragua. La vuelta en el Morera Soto quedó pactada para el 5 de diciembre.
Byron tiene 30 años de edad. En Costa Rica jugó con Sporting, Grecia, Saprissa y Cartaginés.