Un enfrentamiento entre futbolistas costarricenses en partido de la primera división española no es cosa de todos los días; de hecho, ha sucedido únicamente 11 veces, siendo los protagonistas más recientes Óscar Duarte, Celso Borges, Joel Campbell y Keylor Navas.
Pero quienes registraron el primer duelo fueron Alejandro Morera y Jorge Quesada, en marzo de 1936, y en las siguientes líneas el estimable lector de everardoherrera.com conocerá pormenores de un partido que además de histórico para los intereses costarricenses, resultó un gran espectáculo para la afición española que lo presenció hace 87 años.
Morera y ‘Quesadita’, exjugadores de los clubes nacionales LD Alajuelense y CS La Libertad, respectivamente, hacían sus primeras armas en el balompié europeo, gracias a sendas recomendaciones que en su momento les había conferido don Ricardo Saprissa Aymá. Para entonces el manudo, principal referente del Hércules de Alicante, jugaba su tercera campaña en la máxima categoría española (las dos primeras con el FC Barcelona), mientras que en el caso de Quesada, era su segunda al servicio del RCD Español de Barcelona.
La liga hispánica 1935-1936 llegaba a su fecha número 17, en plena recta final, en la que los equipos de nuestros compatriotas experimentaban realidades muy diferentes: por un lado el joven exliberto de 20 años de edad recién se había convertido en titular en el esquema de su técnico Patricio Caicedo, por lo que sumaba tan solo siete encuentros y un gol; su equipo, enclavado en la antepenúltima posición, luchaba por evadir el descenso. Morera Soto, por su parte, a sus 26 años era el mejor hombre de la ofensiva alicantina, y contabilizaba seis anotaciones en 13 juegos disputados con una escuadra recién ascendida que se había ganado el respeto general al colocarse en la sexta casilla de la tabla.
Así, el destino colocó frente a frente a ambos ticos en Casa Rabia, como se le conocía al Estadio de Sarriá, el campo en el que el conjunto españolista solía volverse fuerte, de hecho cinco semanas antes ahí el Real Madrid había mordido el polvo al caer goleado 0-3 por ‘Quesadita’ y compañía. Con un llenazo en las gradas, los nuestros ocuparon casualmente la misma posición en sus respectivos equipos: interior derecho. Algunos detalles pronto empezaron a condimentar lo que sería una gran contienda, por ejemplo el hecho de que el Español debió echar mano de su tercer arquero Narciso Amigó, pues tenía lesionados a sus dos principales gendarmes. Asimismo, también adoleció la baja por lesión de su delantero mundialista Pere Solé, y una vez iniciada la contienda, por poco queda en inferioridad numérica cuando su mediocampista estrella Ramón Lecuona se hirió la cabeza y requirió siete puntos de sutura para luego ser vendado y volver así al campo.
En medio de tantas vicisitudes, el cuadro españolista logró abrir el marcador a diez minutos del descanso, y recién iniciada la complementaria consiguió el parcial 2-0 a cargo de Jorge Quesada, tras una acción descrita así por el cronista Soler Borrell de ‘Mundo Deportivo’: “Al minuto de empezar la segunda parte el Español marcó el segundo gol. Fue una buena jugada de Edelmiro-Bosch con centro de éste que Prat disponía a rematar, pero ante la entrada de Maciá, cedió retrasado a Quesada y éste empalmó un buen disparo que Pérez no pudo repeler por la rapidez de la jugada.”
La reacción del Hércules fue casi inmediata, pues tan solo dos minutos después se señaló un penal para los visitantes. El encargado de lanzarlo fue Alejandro Morera, quien con fortísimo remate descontó y metió al Hércules en el partido. ‘El Mago del Balón’ también recogió elogios del mismo comunicador, quien recordó que el tico ya había rendido en gran forma cuando su club visitó el campo del ‘Barça’: “Entre todos destacó Morera, alma del ataque e incansable elemento que hace a la vez de medio y de delantero con una prodigalidad sorprendente. Morera quiso repetir ayer frente a los aficionados catalanes su buena actuación de Las Corts, y la mejoró extraordinariamente".
Morera brilló en gran partido. Alejandro Morera destacó en el juego Español-Hércules disputado en Barcelona en marzo de 1936; justo así se lo reconoció en su publicación el semanario alicantino Rik Rak.
Animado por el descuento del alajuelense, el equipo revelación de España continuó atacando hasta que consiguió el empate por medio de Emilio Blázquez, exfigura del Real Madrid que aprovechó un servicio de Morera para silenciar Casa Rabia. Increíblemente el Español, que jugaba asediado por el tema del descenso, había dejado ir una ventaja de dos tantos y ante su propia gente parecía que se le venía la noche…
Sin embargo, los dueños de casa no se dejaron vencer por la presión gracias a que aventajaban al Hércules en una característica fundamental en cualquier competición: eran un cuadro con oficio. Mientras la mayoría del plantel alicantino de Morera Soto jugaba su primera temporada en la máxima división, en las filas del Español de ‘Quesadita’ había gente con amplio rodaje, algunos con un paso en la selección española e incluso con el estandarte de mundialista, como era el caso del atacante Crisanto Bosch, quien armó la jugada del tanto del desempate, obra de su compañero Edelmiro Lorenzo. A falta de 20 minutos para el final, lo que a partir de entonces contempló el público de Sarriá fue a un impetuoso Hércules lanzado al ataque, mientras el conjunto españolista aguantaba los embates y dejaba que el tiempo corriera…
Y así pasaron los minutos hasta que el árbitro Emilio Soliva sonó su silbato y dio por concluido el primer duelo de futbolistas costarricenses en la liga española. Seguramente Alejandro Morera y Jorge Quesada habrán cerrado la contienda con un fuerte abrazo, pues al final la rivalidad queda de lado; ellos fueron dos hijos de nuestra tierra que en aquel momento exhibían sus enormes condiciones en uno de las mejores certámenes del mundo, y lo demostraron aportando un gol cada uno, una marca que hasta el día de hoy, casi nueve décadas después, sigue sin volver a repetirse en ‘la Liga de las Estrellas’.
Quesadita venció a Morera en histórico duelo de ticos. La imagen de Mundo Deportivo recoge el momento exacto en que Jorge Quesada se coloca en lo más alto de la torre humana que formaron sus compañeros de la ofensiva españolista para celebrar el gol que desempataba una gran contienda ante el Hércules de Alejandro Morera.
*El autor es historiador de fútbol costarricense y responsable de la página de Facebook Gol de Camerino; pronto estará publicando el libro Nuestros primeros legionarios. Futbolistas ticos en el mundo 1875-1990.