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Saborío recuerda las claves de la última selección tica que clasificó a unas Olimpiadas

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El delantero Álvaro Saborío fue parte de la selección de Costa Rica que logró clasificar a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. En aquella ocasión la Sele obtuvo su boleto al culminar subcampeón en el Preolímpico de la Concacaf. 

En una entrevista brindada a la Concacaf, Sabo recordó aquel momento del equipo que tuvo como técnico a Rodrigo Kenton. 

En Atenas la escuadra tica quedó en el segundo lugar del grupo D y cayó en cuartos de final a manos de Argentina.  

Aquí la nota

Desde el inicio del Campeonato Preolímpico Masculino de la Concacaf en 1988, solo una vez la selección de Costa Rica logró sellar el boleto a los Juegos Olímpicos, en la edición de 2004 en Guadalajara, México.

Un integrante clave de ese grupo fue el delantero Álvaro Saborío, quien anotó dos goles para los Ticos en su camino hacia el sub campeonato y el boleto para  Atenas 2004.

El ariete que a sus 38 años sigue fuerte con el AD San ​​Carlos de Costa Rica, ha experimentado muchas alegrías en los terrenos de fútbol, ​​y esa experiencia en el Pre Olímpico en 2004 ocupa un lugar destacado en la lista.

“Más que nada, éramos un grupo muy unido. Todavía nos hablamos, la mayoría de nosotros estamos en comunicación, y éramos un equipo muy sólido en todas las líneas. No encajamos muchos goles, marcamos lo suficiente y todos los jugadores terminaron con la ilusión de hacer una buena carrera”, agregó Saborío.

En total, en el torneo, Costa Rica concedió solo dos goles y logró anotar 10, lo que refleja la fuerza de atrás hacia adelante del equipo.

“El equipo estuvo muy sólido defensivamente y ofensivamente anotamos lo suficiente. No solo los defensores lo hacían, todos lo hacían. Todo el equipo trabajaría en ambas facetas del juego, ofensiva y defensiva y las cosas nos salieron bien”. 

Después de lograr una victoria por 3-0 sobre Jamaica y un triunfo 4-0 contra Trinidad y Tobago en la fase de grupos, Costa Rica cerró con un memorable empate 1-1 contra la selección de  México frente a 50.000 aficionados.

“Fue un partido muy intenso. Tenían mucha posesión del balón, estábamos un poco más a la defensiva, pero fue un buen empate y creo que hicimos un gran partido. Hicimos el esfuerzo necesario para asegurarnos de obtener un resultado favorable".

“Fue una buena experiencia a esa edad. Jugamos frente a un estadio lleno, fue un partido con mucha preparación, la gente se preguntaba cuántos goles iba a marcar México. Terminamos teniendo una buena actuación”.

La selección de Costa Rica terminó el grupo empatado con México en puntos, pero ocupó el primer lugar debido a la diferencia de goles, preparando el escenario para una semifinal contra la selección de Honduras con un boleto a los Juegos Olímpicos como atractivo. Con Costa Rica aferrada a una ventaja de 1-0, Saborio salió del banquillo y aseguró el triunfo con un gol en el 77 '.

Minutos después, el árbitro sonó el silbato final sellando el triunfo de Costa Rica por 2-0 y regresar a los Juegos Olímpicos dede la última vez en 1984. No hace falta decir que fue y sigue siendo un momento emotivo.

“Hablamos de eso entre nosotros, que había pasado mucho tiempo desde que Costa Rica jugó en una Olimpiada y que no hay muchas generaciones de jugadores que tengan la oportunidad de participar en una Olimpiada. Estábamos en la puerta y cuando el árbitro hizo sonar el silbato final, no podíamos creer que habíamos alcanzado esa meta, que hicimos historia y logramos clasificar a Costa Rica de nuevo a los Juegos Olímpicos. Ciertamente lo valoramos en su momento y lo disfrutamos, pero a medida que pasan los años, el significado de esa conquista crece.”

La victoria también le permitió a la selección de Costa Rica a tener una revancha contra México en la Final donde cayeron estrechamente 1-0 en la prórroga ante la nación anfitriona, pero quedaba el consuelo de haber sellado el boleto para los Juegos Olímpicos.

“Lo que cualquiera quiere hacer cuando llega a una final es ganarla, tener esa alegría extra. Tienes tu boleto en la mano, pero también quieres ganar el campeonato y sobre todo vencer a México en su casa frente a un estadio lleno. Hubiera sido lindo, pero aún así nos fuimos a casa satisfechos con el esfuerzo que se hizo”. 

Diecisiete años después, cuando reflexiona sobre ese período de dos semanas en 2004, no hay un gol, partido o momento en particular que destaque para Saborio. Más bien, fue el vínculo que formó con sus compañeros de equipo y las relaciones que perduran con el tiempo.

“Lo que aprecio es la amistad que todavía tenemos entre nosotros. Todavía tengo relación con el entrenador, los jugadores que vivieron esa experiencia. Seguimos hablando entre nosotros y disfrutando de lo que experimentamos juntos en los Juegos Olímpicos y en el Pre Olímpico. Todos los momentos, como la forma en que celebramos nuestros goles, fue todo bastante maravilloso”, concluyó Saborío.