La esencia del lugar ha sido calificada de recargada y kitsch, llena de colores rojos, ornamentos dorados, alfombras, espejos, lámparas de araña o con motivos de pavo real, que era el estilo que le gustaba a Lisa Thompson, la novia que Elvis tuvo tras Priscilla.
De todos los rincones, uno que se conserva intacto es la cocina, con todos los muebles de madera y lámparas de Tiffanys.
Otra de las salas es la de la televisión... O, mejor dicho, televisores, porque a Elvis le gustaba tener 3 pantallas a la vez. La habitación, de estética muy futurista, está llena de espejos, incluso en el techo, y un enorme sofá.
Esto, el que haya salas "temáticas" era algo muy del gusto de Elvis y así se mantiene a día de hoy.
Pero, sin duda, la sala más famosa, llamativa y, por cierto, la favorita del cantante, es la que se denomina "Jungle Room" (habitación de la selva).