La nube
El francés Just Philippo debuta como director de largometrajes con este inquietante relato que tiene directa relación con un grupo de saltamontes, recordando a otras películas donde los insectos se convierten en un peligro para los humanos, como Bug (1975), Aracnofobia (1990) y El enjambre (1978).
Y la cual se inicia en un lugar que no hace presagiar la amenaza que confrontarán sus personajes: la bucólica campiña francesa, donde Virginie Hébrard (Suliane Brahim) tiene su granja y vive junto a sus hijos Laura (Marie Narbonne) y Gaston (Raphael Romand).
Ahí, la mujer cria saltamontes, que transforma en una proteínica harina, para mantenerse, aunque la producción no ha aumentado como esperaba, a pesar de su preocupación. Pero tras un accidente descubre que los insectos se ponen más grandes y comienza a multiplicarse profusamente al beber sangre.
Así, esta historia lentamente va involucrando a un espectador cada vez más sorprendido, con una trama que va tomando cada vez mayor fuerza narrativa, partiendo desde un drama familiar y juvenil, hasta llegar al suspenso con ribetes de horror en sus minutos finales.