La maldición de Chucky
No estaba muerto, andaba de parranda. El muñeco más terrorífico del mundo, el mismo se convirtió en la pesadilla de medio mundo cuando apareció por primera vez en Chucky: el muñeco diabólico (1988), volvió a atemorizar con esta película de 2013.
Fue su regreso tras las entregas dedicadas a su “familia”, La novia de Chucky (1998) y El hijo de Chucky (2014).
Acá, el muñeco reaparece dentro de una caja, que llega como misterioso regalo a la casa de Nica (Fiona Dourif), una chica discapacitada que vive con su madre, Sara.
Tras el intento de su suicido de esta última, llega a la casa su hija mayor (Danielle Bisutti), junto a su esposo, su hija peqeña y una niñera.
La pequeña pronto se encariña con Chucky y lo convierte en compañero de sus juegos. Pero la criatura poseída por el alma de un asesinos tiene otros planes, unos más sangrientos donde vuelve a demostrar por qué lo llamaron alguna vez el muñeco diábolico.