La decisión de China de abstenerse el viernes por la noche al final de la votación del consejo de seguridad de la ONU que condenó la invasión rusa de Ucrania puede ser una fuente de profunda frustración en Occidente, pero también enviará un temblor nervioso a través del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia de que China la protección no es incondicional.
Los diplomáticos con sede en el Reino Unido, al observar la postura adoptada por China a mediados de la semana, esperaban que Beijing se uniera a Rusia para votar en contra de la moción patrocinada por Estados Unidos, pero al igual que los Emiratos Árabes Unidos y la India, se abstuvo, dejando a Rusia aislado en el despliegue de su poder de veto como miembro permanente del consejo de seguridad.
En un nivel, la votación representa la línea de menor resistencia para China y puede verse como una reversión a la seguridad del apoyo de larga data de China a la inviolabilidad de las fronteras y la defensa de la no interferencia en los asuntos de los estados soberanos. Pero hay señales tentativas de que a China le preocupa que se vea que defiende los métodos de Putin y la posible interrupción de la economía mundial.
Putin pudo haber mostrado su respeto por China al retrasar la invasión hasta después de los Juegos Olímpicos de Invierno , pero China no fue consultada sobre la invasión. Los diplomáticos chinos ridiculizaron los pronósticos de una invasión y dejaron a muchos ciudadanos in situ. El acuerdo de asociación más profundo firmado con Rusia el 4 de febrero, el día inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, se basó en ninguna invasión. China se beneficia del orden mundial existente y encuentra inquietante la inestabilidad. La posibilidad de que Rusia quede fuera del sistema de pago Swift puede beneficiar los esfuerzos chinos para construir una alternativa, pero la interrupción a corto plazo es preocupante.
Se notó, por ejemplo, el viernes que Rusia ofreció conversaciones de alto nivel con Ucrania en Minsk, aunque en términos inaceptables, después de una conversación entre Putin y el presidente Xi Jinping.
Antes de la votación, el canciller chino recibió tres llamadas de la secretaria de Relaciones Exteriores Liz Truss, el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, y Emmanuel Bonne, consejero diplomático del presidente Emmanuel Macron. China dijo en esas llamadas que reiteró su apoyo a la no interferencia y la carta de la ONU, pero también expresó su simpatía por la sensación de Rusia de que estaba amenazada por las cinco rondas sucesivas de expansión de la OTAN.
Pero incluso si China se retuerce al negarse obstinadamente a describir las acciones de Putin como una invasión, está cada vez más cerca de incluir a Rusia en sus críticas.
China enfatizó el viernes que “es absolutamente imperativo que todas las partes ejerzan la moderación necesaria para evitar que la situación en Ucrania se deteriore o incluso se salga de control. La seguridad de las vidas y propiedades de la gente común debe salvaguardarse de manera efectiva y, en particular, deben prevenirse las crisis humanitarias a gran escala”.
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Ucrania, dijo, debe ser un puente de comunicación entre el este y el oeste, no la primera línea de enfrentamientos entre los principales países. Eso, por implicación, sugiere que China favorecería que Ucrania fuera un estado neutral.
El riesgo para Rusia es que, si desciende al estatus de paria, quedará como un suplicante en lugar de un futuro socio de China. Dentro de 10 años, Europa se habrá liberado de la dependencia del gas y el petróleo rusos, lo que se ha convertido en un imperativo urgente en Roma y Berlín. Rusia dependerá de China como cliente.
Existe otro peligro para Rusia. China se enorgullece de su influencia en África. Todos los representantes africanos en el consejo de seguridad votaron en contra de Rusia. El embajador de Kenia lo hizo insistiendo en que se había opuesto a intervenciones militares occidentales anteriores.
Son inminentes más pruebas más amplias de la opinión africana.
Washington quiere que la culpabilidad de Rusia se pruebe aún más antes de la asamblea general de 193 miembros en la que votan todos los miembros. Se está formando una amplia alianza detrás de la causa de Ucrania. En un debate el miércoles, países desde Guatemala hasta Turquía y Japón condenaron el abrazo de Rusia a las autoproclamadas repúblicas separatistas o expresaron su apoyo a Ucrania.
En 2014, después de la captura rusa de Crimea, la asamblea general adoptó una resolución que declaraba inválido el referéndum de Rusia en Crimea. Recibió 100 votos a favor, 11 en contra y 58 abstenciones, mientras que dos docenas de países no votaron. Los temas serán un poco diferentes si hay una nueva votación, pero la invasión ha sido más abierta que en 2014, las redes sociales más penetrantes y China, cuyo estatus crece en el escenario mundial, lo encuentra menos fácil de ocultar. Con un mayor poder tal vez vendrá una mayor responsabilidad.
Fuente: The Guardian