Los sistemas de lanzamiento de cohetes de alta precisión M142 HIMARS enviados por Estados Unidos a Ucrania para frenar el avance de Rusia están cambiando las cosas en el campo de batalla, según la versión de las Fuerzas Armadas ucranianas.
Su Ministerio de Defensa ha revelado que, desde que comenzaron a llegar las primeras unidades de esta plataforma de misiles en el mes de junio, ha disminuido el número de soldados muertos ucranianos.
Los HIMARS han sido tan efectivos que el propio ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ha ordenado a sus comandantes que hagan todo lo posible por destruirlos como máxima prioridad. Varias fuentes creen que los drones -aviones no tripulados- que Irán podría suministrar a Moscú, tienen como objetivo la destrucción de estos modernos y avanzados sistemas de ataque.
De momento, el Kremlin ha asegurado que ha dañado hasta cuatro unidades HIMARS, una información que ha negado Kyrylo Budanov, jefe de inteligencia militar de Ucrania: “No hemos perdido ni un solo HIMARS, a pesar de lo que afirman los rusos”. Bohdan Dmytruk, comandante de batallón en la 93ª Brigada Mecanizada de Ucrania, ha asegurado que los bombardeos rusos ha sido “10 veces menos” que antes, una situación que atribuye a la eficacia de este sistema de fabricación estadounidense caracterizado por su alta precisión.
EL HIMAR es en realidad un camión blindado de cinco toneladas equipado con una plataforma para el lanzamiento de cohetes de 227 milímetros. Cada camión contiene seis proyectiles del Sistema de Cohetes de Lanzamiento Múltiple Guiado (GMLRS) habilitados para GPS que disparan una ojiva altamente explosiva capaces de impactar en blancos a una distancia de hasta 80 kilómetros. Su alta precisión le permite apuntar a seis objetivos específicos con seis cohetes diferentes.
Manejado por cuatro soldados, cuando el sistema dispara, el camión que hace de base se aleja del punto de ataque a una velocidad de hasta 90 kilómetros por hora. Para los expertos no hay ninguna duda de que el HIMARS puede superar a la mayor parte de la artillería rusa.
Hasta ahora, unos 200 soldados ucranianos han sido instruidos para el manejo de estas plataformas, según The Washington Post. Los ucranianos piden también piezas de recambio y conocimientos para posibles reparaciones. De momento Ucrania dispone de solo 16 HIMARS, una cifra considerada por sus Fuerzas Armadas como totalmente insuficiente. De hecho, para expulsar a los rusos, Kiev tendría que hacerse con cientos de unidades. “Para una contraofensiva efectiva, necesitamos al menos 100″, con munición de mayor alcance que la que se ha suministrado, ha dicho el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, en una aparición en video en el Consejo Atlántico con sede en Washington. “Eso sería un cambio de juego”.
Yehor Cherniev, diputado ucraniano, ha calificado de “lamentable que tengamos que pasar semanas y meses para convencer a nuestros socios” de la necesidad de recibir estos sistemas de misiles.
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El HIMARS puede ir equipado con varios tipos de municiones. La que tienen hasta ahora los ucranianos es de corto alcance, de unos 80 kilómetros. Kiev quiere que sus aliados envíen otro tipo de munición, los MGM-140 ATACMS (Sistema de Misiles Tácticos del Ejército), un misil superficie-superficie fabricado por Lockheed Martin que tiene un alcance de hasta 300 kilómetros.
El problema es que el Ministerio de Defensa de Estados Unidos observa con recelo esta opción por temor a que dichos misiles teme puedan golpear territorio ruso y escalar una situación que Moscú podría contemplar como una agresión directa de la OTAN. Varias fuentes de la Casa Blanca creen que si Ucrania hace un uso prudente de este armamento, Washington se podría animar a suministrar más unidades y mejor armadas.
Otra cuestión no menor es la disponibilidad de estas armas. The Washington Post explica que EEUU tiene en la actualidad entre 1.000 y 3.000 ATACMS en acciones del Ejército, según datos de Chris Dougherty, miembro del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, que asegura que son los misiles más antiguos en el inventario del Ejército y que se prueban de forma habitual para garantizar su viabilidad. Se añade, además, que la munición de reemplazo -con un alcance aún mayor- aún no está en fase de producción. En 2020, el Departamento de Defensa de EEUU reveló que tenía un total 410 HIMARS.
Hasta ahora se sabe que los HIMARS se han empleado para destruir puestos de mando rusos, depósitos de municiones y otros centros logísticos. En la región de Jersón, los ucranianos han atacado el puente Antonovskiy, una ruta de suministro clave que conecta con la península de Crimea, donde Rusia tiene una base militar, con sus tropas en Jersón.
Fuente: Diario La Razón España